«Estamos al albur de las petroleras», lamenta la Asociación de Estaciones de Servicio de Asturias, que reclama medidas fiscales al Gobierno

P. LAMADRID GIJÓN

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La subida imparable de los combustible no solo afecta a los consumidores que acuden a las gasolineras a repostar sus vehículos. También a las propias gasolineras, que han llegado incluso a perder dinero en los últimos días con los carburantes suministrados. Así lo explicó ayer el presidente de la Asociación Profesional de Estaciones de Servicio de Asturias, José María Barrero, quien lamentó que se encuentran «al albur de las petroleras», que son quienes realmente están haciendo caja en esta crisis de precios, que se ha visto recrudecida con la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

«En quince días, hemos tenido una subida de 54 céntimos por litro en el precio de compra del gasóleo», una diferencia inasumible para la gran mayoría de estos profesionales, conscientes de que no pueden repercutir ese encarecimiento en las tarifas de venta al público. «Nadie quiere ser el más caro», subrayó. Los altibajos son extremos. Esta misma semana, explicó, los precios subieron dos días seguidos diez céntimos y otros dos bajaron doce». Así las cosas, los propietarios de las gasolineras de la región afronta unos sobrecostes brutales. «Si un día sube 15 céntimos el precio de compra, supone 5.000 euros más en la factura que pagamos».

«Ya no sabes cómo comprar», aseguró Barrero. De hecho, «ha habido litros que se vendieron a pérdida». Para intentar paliar la situación, los propietarios de las estaciones de servicio reclaman al Gobierno central que «lo poco que pueda hacer, lo haga», como acometer medidas fiscales. Podría, por ejemplo, «modificar temporalmente el IVA, como hicieron con la electricidad». Lo cierto es que «nunca se había pasado de los dos euros por litro», ni tampoco que el gasóleo sea más caro que las gasolinas.

Todo por la cotización del petróleo, del que Rusia «es el segundo mayor exportador del mundo». Los dueños de las gasolineras siguen muy de cerca la evolución del conflicto bélico porque repercute directamente en sus negocios, de los que, a su vez, dependen las familias. Un círculo vicioso que solo provoca graves perjuicios.

Fuente: .elcomercio.es