El Gobierno decide ahora cómo bajar la fiscalidad de los carburantes, pero a principios de este mes llegaba a Hacienda la propuesta contraria.
La gasolina y el diésel han alcanzado los precios más elevados desde que hay registros, superando los 2 euros el litro en algunas autonomías y golpeando severamente el bolsillo de los conductores.
A pesar de la larga lista de medidas y bajadas fiscales que han puesto en marcha los países europeos, en España, particulares y empresas siguen esperando al Gobierno. Hasta ahora, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha limitado a prometer que va a bajar el precio de los combustibles, pero sigue sin concretar cuál será la fórmula con la que va a llevar a cabo la rebaja (llevan varios días deslizando que será la fiscal) y, lo más importante, si se beneficiarán de ella todos los conductores.
Desde el Gobierno, achacan la crisis energética a la invasión rusa de Ucrania, y aunque no cabe duda de que la guerra ha agravado la situación, hay que tener en cuenta que las causas vienen de muy atrás. La prueba está en que los precios de la luz, el gas y el petróleo llevan más de un año desbocados.
La mitad del precio de la gasolina son impuestos
Además, en el caso de los carburantes, el peso del Estado en la factura es tan elevado, que casi el 50% del precio que paga el consumidor final son impuestos (un 47% en el caso de la gasolina y un 43% en el caso del diésel).
En los siguientes gráficos facilitados por la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) puede verse el desglose de los precios de la gasolina y el gasóleo con los datos de febrero. Vemos que casi la mitad del recibo corresponde al IVA y al Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, los dos grandes impuestos que soportan las gasolinas. Por eso, es un error pensar que, cuando suben los carburantes, son las petroleras las principales beneficiadas de este encarecimiento: el principal ganador es el Estado.

Según los últimos datos de la Agencia Tributaria relativos a 2021, la recaudación del Estado por el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos fue de 11.492 millones de euros frente a los 10.326 millones recaudados en 2020. La Agencia Tributaria no dispone de datos oficiales sobre cuánto recauda Hacienda por el IVA de los combustibles, aunque la AOP calculó en 2020 que los ingresos del Estado por este IVA fueron de 5.518 millones. Teniendo en cuenta que 2020 fue el año de la pandemia, en 2021, esas cifras estarían considerablemente por encima. Por tanto, los ingresos del Estado por los combustibles se acercarían a los 20.000 millones de euros al año.
Subir los carburantes, encima de la mesa de Hacienda
Resulta llamativo que, mientras el Gobierno decide la fórmula para bajar ahora la fiscalidad de los carburantes, a principios de este mes, llegase a la mesa de Hacienda la propuesta contraria. Y es que, el «Comité expertos» elegidos por María Jesús Montero plantea en su «Libro Blanco» un golpe sin precedentes al bolsillo de los conductores de vehículos de combustión.
Estos economistas instan al Gobierno a igualar «la fiscalidad de diésel y la gasolina de automoción», es decir, subir los impuestos al diésel. Pero no se quedan ahí porque plantean un «aumento general de la fiscalidad de hidrocarburos» con «la creación de un impuesto sobre emisiones de CO2», que también afectaría a la gasolina. También quieren elevar el Impuesto de Matriculación con el objetivo de «penalizar a las tecnologías más contaminantes» porque «hay una situación muy seria de riesgo climático», señaló su presidente.
Fuente: libremercado.com