Debido a la pandemia en curso y al conflicto entre Rusia y Ucrania, los países europeos están luchando contra el aumento de los precios de la energía. Para abordar el problema, el gobierno español ha promulgado una nueva política, en vigor del 1 de abril al 30 de junio, sujeta a una posible prórroga, que obliga a las gasolineras a reducir el precio de la gasolina y el gasóleo en 20 céntimos por litro, de los cuales 15 céntimos debe ser reembolsado por el gobierno y 5 centavos por las compañías petroleras.

Los consumidores españoles están encantados con el descuento, pero los propietarios de las gasolineras mucho menos, sobre todo debido a la lentitud de los reembolsos. Lo más importante es que las estaciones recibirán una compensación en función de las ventas de 2021, que fueron sustancialmente más bajas debido a las restricciones de viaje de COVID, lo que significa que es poco probable que los reembolsos prometidos coincidan con los volúmenes actuales. Además, a pesar de que la ganancia bruta ahora es de solo 10 centavos por litro, aún se les exigirá que adelanten los 20 centavos o se enfrenten a la posibilidad real de que los clientes no frecuentan las estaciones que no ofrecen el descuento. 

Según la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), la situación empeoró cuando los viajes nacionales se duplicaron durante las vacaciones de Semana Santa. En consecuencia, más de 350 estaciones han cerrado temporalmente en lugar de sufrir pérdidas excesivas, un aumento del triple desde principios de abril. Unas 3.000-4.000 estaciones corren el riesgo de cierre permanente.

CGTN Stringer en España entrevistó al CEO de CEEES, Nacho Rabadán Rodriguez, ya Alicia Orgaz, dueña de una gasolinera en La Guardia, cerca de Madrid, para escuchar cómo la nueva «política de descuento» ha afectado sus negocios. 

Fuente: news.cgtn.com/news

Artículo traducido por Google.