JOSE MANUEL CASAL

Los hechos ocurrieron en la mañana de este viernes en una estación de servicio de la travesía de Malpica

Antonio Longueira Vidal
TONI LONGUEIRA
CARBALLO / LA VOZ 

26 jul 2024 . Actualizado a las 18:00 h.

 

Diez de la mañana de ayer. Varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Carballo acudieron hasta la estación de servicio Repsol de la travesía de Malpica de Carballo. El motivo, la activación de una alerta por un supuesto asalto perpetrado al establecimiento carballés. Al llegar, los agentes se encontraron con otro escenario bien diferente.

Dos hombres se encontraban heridos. En concreto, el gerente del negocio y un supuesto cliente. Según la versión del propietario de la gasolinera, todo comenzó cuando un vehículo, con dos ocupantes en su interior, accedió a la estación de servicio. Solicitaron rellenar el depósito y unas garrafas. También pretendían adquirir otros artículos en el interior de la tienda. En un momento dado, el dueño salió de la oficina. Fue a junto del empleado, quien le informó de que estaba rellenando el tanque del coche y varias garrafas: «Más de 200 euros en combustible». Pero el gerente identificó a uno de los presuntos clientes, pese a que ambos llevaban gorras y gafas de sol para evitar su identificación. Se trata de un viejo conocido en el sector de las comercializadoras por marcharse de gasolineras de la comarca sin abonar los importes requeridos.

Dijeron que iban a pagar con una tarjeta, pero esta no iba. El gerente llamó a Repsol para ver qué pasaba y se quedó con las llaves del vehículo a la espera de una respuesta por parte de la central. En un momento dado, uno de los supuestos clientes empezó a agredir al propietario del establecimiento: «Me golpeó sin parar, saqué un palo que tenía guardado para tratar de evitar que me siguiera pegando, pero me cogió el palo y lo utilizó para golpearme sin parar. Menos mal que logré quitárselo y darle con él, sino me mata allí mismo».

El presunto autor de las lesiones sería un vecino de Laxe de 47 años de edad, que mostró en todo momento una actitud «muy agresiva». Ambos fueron atendidos en el centro médico por las lesiones sufridas: «Yo acabé en urgencias, tengo el cuerpo lleno de moratones y lesiones. Casi me mata a golpes». El propietario del establecimiento ya dejó claro que pensaba interponer la correspondiente denuncia contra el autor de la agresión sufrida: «Yo solo traté de defenderme. Esto no queda así», argumentó a La Voz.

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