• El ataque de Israel sobre Irán ha sido concreto, comedido y certero
  • Irán asegura que los daños son limitados y vacila con su posible respuesta
  • Joe Biden tiene esperanza de que esto sea el fin de la tensión en la región

 

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El petróleo crudo se desploma más de un 4% en los mercados a cierre europeo (el barril de Brent cae por debajo de los 72 dólares) ante el ‘reventón’ de la prima de riesgo geopolítico, que venía inflando el precio del crudo en los últimos meses. Esta caída del crudo se produce después de que los ataques israelíes contra Irán hayan evitado las instalaciones petroleras y otros puntos delicados. Además, tras el ataque, los líderes de Irán restaron importancia a los daños y dejaron mensaje un tanto ambiguo: la respuesta no debe ser pequeña ni exagerada. De este modo, Joe Biden, presidente de EEUU, ha señalado que esto podría ser el fin de los ‘golpes’ militares entre ambos países, lo que está generando ciertas esperanzas en la región y hundiendo el precio del petróleo: lo peor del conflicto podría haber quedado atrás. Esto está desinflando una prima de riesgo del crudo que se encontraba en niveles elevados (se hablaba de entre 20 y 30 dólares por barril).

El petróleo ha llegado a desplomarse más de un 6% en su momento de mayor caída después de que Irán confirmara que su industria petrolera estaba operando con normalidad tras los ataques de Israel contra objetivos militares en todo el país persa, en represalia por un bombardeo de misiles a principios de este mes. Todo esto sucedió la madrugada del pasado sábado, cuando el Ejército israelí lanzó lo que calificó de «precisos ataques contra objetivos militares» de Irán, en represalia, indicó, «por los meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel». No obstante, los fines de semana, el mercado de futuros de petróleo está cerrado. De modo que los inversores han puesto precio de golpe a este evento durante esta madrugada (hora española).

 

Además, contra todo pronóstico, las autoridades iraníes quitaron importancia a los ataques que, según su versión, solo provocó «daños limitados». En este contexto, el grupo islamista palestino Hamás, que controla de facto la Franja de Gaza, se ha mostrado abierto a un acuerdo con Israel siempre y cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, «mantenga su compromiso con lo ya acordado», según afirmó un alto cargo de la organización. Da la sensación de que alguna fuerza superior está llevando a Irán e Israel a ser más comedidos en sus actos para evitar una posible crisis del petróleo que reavive la inflación y ponga contra las cuerdas a los gobiernos de los países desarrollados.

Una respuesta medida

«La respuesta medida y específica de Israel ha aumentado las esperanzas de una desescalada», escribe en una nota Warren Patterson, jefe de estrategia de materias primas en ING en Singapur. «Si vemos cierta desescalada, permitiría que los fundamentos dicten una vez más la dirección de los precios».

Además, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó este sábado su esperanza de que los ataques israelíes contra Irán pongan fin a un periodo de tensión en Oriente Medio, que había despertado temores sobre una guerra regional. «Parece que solo han alcanzado objetivos militares. Mi esperanza es que esto sea el final», aseguraba Biden a periodistas en Pensilvania, donde se encuentra para participar en varios eventos antes de las elecciones del 5 de noviembre.

Biden indicó que había sido informado previamente sobre los ataques israelíes, en represalia por el ataque iraní del 1 de octubre, que incluyó hasta 180 misiles balísticos contra territorio israelí, lo que disparó el petróleo con fuerza esa misma jornada. El ataque israelí, lanzado en la madrugada del sábado, causó la muerte de al menos cuatro militares iraníes, según informó el Ejército israelí en las últimas horas.

 

La fortaleza de la oferta de petróleo

Más allá de la geopolítica que es la que mueve hoy el crudo, el mercado se enfrenta a una situación de sólida oferta que ha puesto en jaque a los alcistas del petróleo durante buena parte del año. Antes del intercambio de golpes entre Israel e Irán, el petróleo crudo Brent llegó a caer por debajo de los 70 dólares, algo totalmente impensable hace unos meses, en un contexto de fuertes recortes de la OPEP y de la interminable guerra entre Rusia y Ucrania. A ello se le une la amenaza de Arabia Saudí de hundir los precios con su capacidad ociosa de producción.

Los analistas de Goldman Sachs aseguraban la semana pasada que la atención del mercado se estaba alejando del conflicto en Oriente Medio hacia «los riesgos de un exceso de oferta en 2025», ya que los miembros de la OPEP planean deshacer los recortes voluntarios de producción este año. Además, explicaron que en períodos anteriores de interrupción del suministro, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos por sí solos habían compensado alrededor del 80% del déficit «en dos trimestres», según recogen desde el Financial Times.

De este modo, el precio de crudo Brent, el de referencia en Europa, desciende ese 6%, hasta los 71 dólares, según datos de Bloomberg. Asimismo, el West Texas Intermediate (WTI), el de referencia en EEUU, baja el 6,2%, hasta los 67 dólares.

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