- En su primer acto como comisaria en la planta de AcelorMittal en la localidad belga de Gante abogó por la descarbonización
- Fue poco concisa respecto a las multas sobre las emisiones del sector de la automoción que 7 países quieren evitar

La nueva vicepresidenta comunitaria ha indicado que la «gran pregunta es cómo se puede acompañar a la industria del automóvil a nivel europeo en un proceso de transformación que está en marcha y en una carrera industrial a nivel global».
Pero el automóvil tiene otras sombras en ciernes. Algunas de ellas tan cercanas como en 2025, cuando Bruselas empezará a imponer multas al sector de la automoción por superar los niveles de emisiones contaminantes de los vehículos, la denominada normativa Clean Air For Europe. Preguntada sobre la posibilidad dotar de cierto margen a la industria ante estas sanciones Ribera ha mostrado menos concisión.
«El mensaje más importante hoy es cómo diseñar las estrategias que permitan que el conjunto de la industria del automóvil europeo pueda salir bien de una situación muy complicada que es la situación que está viviendo en este momento, con una producción y una entrada muy importante de automóviles procedentes de terceros países, con una necesidad de evitar guerras comerciales, pero, simultáneamente, con una necesidad de garantizar la viabilidad de una industria que es fundamental», ha agregado Ribera poniendo el foco en la competencia con el gigante asiático y sus vehículos eléctricos dotados de subsidios.
Como contexto, cabe considerar siete Estados miembro, entre ellos Italia y Polonia, han reclamado que una alternativa a las multas contra las firmas automovilísticas que superen los niveles de dióxido de carbono permitidos desde el 1 de enero de 2025. Argumentan que tales sanciones limitarían la capacidad de la industria para invertir en innovación y, en paralelo, impulsar su competitividad.