Medios franceses culpan a la inestabilidad del gobierno francés que no haya fondos para sostener la menguante red de estaciones de servicio.
Según la web francesa autoactu.com, la reducción del tejido de estaciones de servicio en territorio francés es «potencialmente explosivo». Es la interpretación que hacen a raíz de las declaraciones del presidente nacional de distribución de carburantes y de nuevas energías en el lobby Mobilians, Francis Pousse, al analizar el número de puntos de suministro de 2024. Mobilians representa empresas y comercios relacionados con la movilidad, desde dos ruedas a vehículos industriales.
Mientras que los puntos de recarga crecen de manera sostenida, desde la pandemia Francia ha visto el número de puntos de suministro de combustible desciende de manera creciente, cerrándose más de un centenar cada año. «El acceso a los carburantes se va a restringir cada vez más«, alerta Pousse. Es la misma senda que se ve en Alemania, con mínimas pérdidas hasta que, en 2023, se cerraron 368 gasolineras. De ahí que el lobby francés exija ayudas públicas para permitir un acceso conveniente al combustible a todos los ciudadanos.
España, a contracorriente
España no cesa en la instalación de nuevos puntos de suministro de combustible desde la pandemia, de acuerdo con los datos de FuelsEurope. Entre 2020 y 2024 se instalaron 677 nuevas gasolineras en España, situándose como el tercer país de Europa detrás de Alemania. La lista la encabeza una sorprendente Italia (con más de 21.000 estaciones), duplicando en número al cuarto país, Francia. Noruega está fuera de la Unión Europea para este computo, pero el número de gasolineras ha aumentado un 7% desde 2020, aunque los vehículos eléctricos prácticamente copan todas las ventas de coches nuevos.
Más puntos, pero menos venta
Desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), su portavoz Inés Cardenal, nos explica la aparente paradoja de situación en España: «se cierran grandes, pero se abren pequeñas». Más allá de las cifras que se aprecian en sus últimas memorias anuales, esta situación se viene apreciando desde 2008: «ya entonces detectamos que se abrían pequeñas gasolineras como inversión-refugio». Lo corroboran los volúmenes de venta, que reflejan una caída drástica de venta media por punto de venta, al pasar de 3,5 millones de litros a 1,8 millones.
Para Inés Cardenal, en España las gasolineras «low cost» explican una tendencia diferente a la que encontramos en Francia o Alemania
El consumo tras el COVID se va recuperando, pero se ha repartido y atomizado. No se solicitan ayudas urgentes como en Francia, porque ha cambiado el modelo de negocio. Para la directora de comunicación de AOP «la competencia en el sector es buena y que haya modelos de negocio que se adapten a todos, también«.