Los eléctricos de segunda mano pierden valor residual a marchas forzadas y son una gran opción si necesitas una etiqueta 0

Claudia Pacheco

 

Los coches eléctricos han alcanzado un máximo histórico de pérdida de valor residual, mientras que las ventas de híbridos no enchufables no dejan de crecer. Las marcas empiezan a buscar alternativas para evitar el estancamiento de las ventas.

La Unión Europea sueña con un futuro en el que se dejen de vender motores de combustión a partir de 2035, pero la transición a los coches eléctricos sigue siendo lenta en algunos países como España. El mercado de segunda mano vuelve a ser el principal beneficiado en el segmento de etiqueta 0.

La demanda de coches eléctricos está creciendo en los países de la UE, pero esta alternativa sigue teniendo algunos obstáculos como la falta de infraestructura o el elevado coste de los vehículos. La alternativa para los conductores son los híbridos no enchufables (HEV) con el 32,3% del total de las matriculaciones en el mercado español en 2024.

La escasa demanda de coches eléctricos tiene otros motivos, entre ellos el descenso de su valor residual. El valor de estos vehículos transcurridos 36 meses desde su matriculación ha caído en cuatro puntos hasta llegar al 48,9%, según un informe de Ganvam-DAT que recoge El Economista

Un coche eléctrico pierde más de la mitad de su valor con tres años de antigüedad, algo que puede dificultar su venta. Este dato sigue siendo positivo con más de 10 puntos menos en comparación con las cifras de enero de 2023, momento en el que el valor alcanzó un mínimo histórico.

La elevada cantidad de componentes eléctricos es una de las principales causas de la enorme pérdida de valor a los pocos años de salir del concesionario. La tecnología eléctrica evoluciona más rápido en comparación con la de las alternativas de combustión. 

La pérdida de valor tan rápida de los vehículos ha llevado a algunas marcas como VolkswagenRenault o el Grupo Stellantis de la mano del gigante chino CAT, a equipar baterías más baratas como los modelos de ferrofosfato de litio (LFP). 

Los fabricantes empiezan a realizar sus propios descuentos

La retirada progresiva de las ayudas a la compra de coches eléctricos en algunos países de la UE no ha beneficiado a los fabricantes. Si se suma a la rápida pérdida de valor de los vehículos, era inevitable que las ventas de opciones electrificadas se estancasen.

La marca de Elon Musk ha seguido una estrategia algo diferente y ha empezado a realizar rebajas constantes de sus modelos más vendidos. El Model 3 ha llegado a tener casi el mismo precio que el Renault 5 eléctrico.

El caso del Tesla Model 3 no es casual. El fabricante estadounidense no ha alcanzado sus objetivos de ventas en 2022 y 2023, así que ha llevado las ofertas a otros vehículos con el programa de descuentos conocido como Tesla Boost. Este programa ofrece 3.290 euros adicionales a las ayudas del Plan Moves III y a la deducción del 15% en el IRPF.

La pérdida de valor de coches como el Model 3 es del 59,7% tras 36 meses, el valor residual más bajo de los últimos cuatro años, así que Tesla ha encontrado la solución para convencer a los conductores. El Grupo Stellantis ha seguido este ejemplo con ofertas similares para sus diferentes marcas en los últimos meses.

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