Su presidente, Antoni Brufau, señala que sería “un error” en la lucha contra el cambio climático y “contraproducente” para la industria

Martes, 5 de Febrero de 2019 – Actualizado a las 06:01h

Las estaciones de servicio ya trabajan con las nuevas tarifas de los carburantes. Fotos: Oskar M. Bernal
Las estaciones de servicio ya trabajan con las nuevas tarifas de los carburantes. (Oskar M. Bernal)

BARCELONA– El presidente de Repsol, Antoni Brufau, aboga por una transición energética que evite destruir las tecnologías que funcionan, considera un “error” y “contraproducente” para el cambio climático prohibir el diésel y advierte de los efectos “catastróficos” para la industria y la economía españolas.

Según Brufau los poderes públicos deben incentivar las mejores soluciones frente a los retos de la sostenibilidad, “sin limitar, guiar, privilegiar ni coartar líneas de investigación o de desarrollo”. Así se expresó Brufau en la conferencia de clausura del VII Simposio Empresarial Internacional organizado por Funseam, bajo el título Transformación digital y sector energético.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA“Solo pido a los legisladores y políticos de nuestro país que sean ambiciosos e inteligentes. Que hagamos la transición energética aprovechando el momento oportuno de cada tecnología, es decir, con neutralidad tecnológica, cuidando en todo momento de no destruir aquellas tecnologías que hoy están funcionando y que todavía tienen mucho camino que andar”, afirmó.

El presidente de Repsol considera que las administraciones deben orientar y redefinir un marco regulatorio que respete los avances de la tecnología, ya que no se sabe qué pasará en el futuro: “Ni nosotros ni ningún gobierno sabemos hoy con certeza qué vías serán las que aporten las soluciones tecnológicas más eficientes a los problemas que hoy enfrentamos”. Por ello, apuesta por una descarbonización inteligente que no sea política ni ideológica, y llamó a evitar errores del pasado.

Brufau afirmó que el anuncio de la intención de prohibir determinadas tecnologías, como las referidas a los motores de combustión diésel o gasolina, no solo es errónea desde el punto de vista de los incentivos a la libre investigación científica, sino que es “profundamente contraproducente desde el punto de vista de lucha contra el cambio climático y la calidad del aire”. Además, dijo, “las consecuencias pueden ser catastróficas para la economía, el empleo y la industria en nuestro país”. – E. P.