• Pese al papel decreciente, China es el principal comprador de porcino español
  • «El mercado chino representa hasta un 35% de todo nuestro negocio internacional»
  • «Observamos la situación con mucha preocupación»
Cerdos (Dreamstime)
 

La guerra arancelaria entre China y Europa parece ya un hecho. Aunque aún no se han anunciado sanciones o gravámenes, ambas partes ya se están perfilando y enseñando los colmillos, abriendo investigaciones a productos clave de su rival. Desde Bruselas el objetivo han sido los coches eléctricos del gigante asiático, que invaden el mundo, presuntamente, gracias a las ayudas públicas al sector. Sin embargo, la primera respuesta desde Pekín ha puesto en el foco del conflicto a España. Desde China han abierto un proceso contra el ‘cerdo’ europeo.

Este lunes el ministerio de Comercio de China anunció que quedaba abierta la investigación tanto de productos como subproductos del cerdo europeo a petición de varias asociaciones locales. Según el escrito, las firmas europeas están vendiendo a precios por debajo de sus costes para dañar a sus rivales e impedir que su producción se recupere, manteniendo su cuota de mercado. Todas las asociaciones, tanto españolas como locales esperan que el proceso concluya entre 12 y 18 meses después de este anuncio.

España es el gran baluarte de los productos porcinos de todo el continente. Con el 32% de todas las exportaciones de Europa procedentes del país ibérico, se trata del gran afectado por un posible conflicto con China. La nación compró a España cerca de 602.000 toneladas de carne y subproductos del cerdo en 2023. El triple que el segundo (Holanda) y el 23% del total, consolidándose como su mayor socio. El país asiático es el mayor consumidor del mundo y el principal cliente de España, siendo el elemento clave que ha explicado un auténtico ‘boom internacional’ del cerdo español, que ha sido clave para el crecimiento de toda la industria cárnica.