El movimiento del Ayuntamiento de Barcelona significa un acelerón para el coche eléctrico ya que no permitirá levantar gasolineras nuevas en el casco urbano, pero sí de electrolineras

Foto: Un hombre cargando su coche eléctrico. (EFE)

El coche eléctrico acelera en Barcelona con la decisión de este lunes por parte del Ayuntamiento de prohibir la apertura de nuevas gasolineras en el interior de la ciudad, pero no la de nuevas electrolineras. Del mismo modo, el consistorio que lidera Ada Colau ha establecido un plazo para que las actuales gasolineras intalen, como mínimo, un punto de carga rápida.

Esta nueva normativa no es del todo nueva porque hace un año, en mayo de 2018, el Ayuntamiento paralizó la concesión de licencias para la apertura de nuevas estaciones de servicio. En la actualidad, la Ciudad Condal cuenta ya con 105 gasolineras y no cierra del todo la puerta a estas ya que sí permitiría nuevas instalaciones a las que se ubiquen a menos de 250 metros de las rondas, en zonas industriales o en el área del puerto. No obstante, el plan es provisional hasta que se apruebe de manera definitiva dentro de un año.

El Ayuntamiento ha sugerido una actuación preferente de estas electrolineras en los grandes ejes urbanos -Gran Via, Meridiana y Aragó, entre otras- y descarta zonas como Ciutat Vella, suelos calificados como equipamiento, el Parc Natural de la Serra de Collserola y el Parc de Montjuic, con el objetivo de proteger tanto el medioambiente como a los viandantes.

Todo ello se enmarca todo el proyecto dentro de su compromiso para restringir el tráfico de los vehículos que emiten más contaminación a partir de 2020 y para ello, desde el Ayuntamiento, quieren que se cuente con las infraestructuras necesarias.