El petróleo Brent cotiza esta semana ‘alegremente’ en la zona de los 85-86 dólares por barril. Estos son niveles que se acercan a los máximos del año, que se encuentran en los 90 dólares, y que complacen a los países productores de petróleo. Los recortes de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), están inmersa en un ciclo de recortes de la producción con la intención de mantener el crudo, como mínimo, por encima de los 80 dólares. Sin embargo, el crudo podría estar acercándose a un momento de peligro, al menos eso es lo que dicen los fletes (el coste que se ha de pagar por el desplazamiento de mercancía) de los grandes buques que mueven millones de barriles de crudo cada día, un buen indicador de la salud demanda de petróleo y, por ende, del precio del crudo (si todo lo demás se mantiene constante). Los fletes están en caída libre en Asia, lo que revela ciertas debilidades en el continente, pero sobre todo en el país más importante para el precio del crudo: China.
Los costes de envío de petróleo crudo a lo largo de rutas clave a Asia está cayendo con intensidad, según revelan desde Bloomberg. Los superpetroleros parecen estar realizando menos viajes y los que hacen son más cortos, a medida que la demanda se debilita en China. De este modo, la tarifas de los fletes podrían estar sacando a la luz dos riesgos muy relacionados: una menor demanda de crudo que presiona a la baja los precios y un problema en la economía (que viene de lejos) en China, que estaría relacionado con la incapacidad de Pekín de estimular el consumo con las medidas tomadas hasta ahora.
Las tarifas de flete para un Very Large Crude Carrier (VLCC) desde Estados Unidos al mercado asiático han caído más de un 20% desde finales de mayo, mientras que las mismas tarifas en la ruta de referencia de Oriente Medio a China se hundieron un 57% en el mismo período, según muestran los datos de Baltic Exchange.
Cada buque de este tipo (VLCC) puede transportar una carga total de alrededor de 2 millones de barriles de crudo. Para dar algo de contexto, con dos millones de barriles de crudo se cubre la demanda diaria de una España y media. Según la agencia Bloomberg, todo hace indicar que esta caída de los precios se debe a que la demanda de los VLCC ha caído en las últimas semanas, con el indicador o ratio de la industria conocido como toneladas-milla hundiéndose bruscamente, según la firma de análisis de datos Vortex.
China reduce su consumo de petróleo
Unos costes de envío más baratos para el producto más importante del mundo (el petróleo sigue siendo la gran fuente de generación de energía a nivel global) plantean un desafío para los operadores de buques cisterna, que ya se han visto obligados este año a lidiar con las consecuencias de los ataques de los hutíes a los buques en el Mar Rojo, que obligaron a importantes cambios de ruta y a un aumento de la congestión en algunas zonas clave y puertos de Asia. Sin embargo, desde Bloomberg sostienen que «la caída también puede ser un aviso importante para el mercado del crudo, dado que señala un consumo más débil en China, el mayor importador de petróleo del mundo».
«Las tarifas de flete de los VLCC se han visto sometidas a una inmensa presión en los últimos meses debido a las mediocres importaciones de crudo del noreste de Asia, particularmente de China», sostiene Serena Huang, analista principal de Asia en Vortexa.
¿Qué pasa en China?
La demanda de petróleo de China podría haberse debilitado en los últimos meses de forma inesperada, ante una vuelta al funcionamiento más lento de lo previsto de algunas refinerías que se encuentran en período de mantenimiento estacional, así como unas menores compras de los proveedores clave, que no necesitan tanto petróleo como habían previsto.
La economía de China podría haberse estabilizado en los últimos meses con un crecimiento del PIB que estaría rondando el 5% interanual. Sin embargo, la apuesta de Pekín por las energías renovables y el coche eléctrico podría empezar a pesar en las compras de crudo del ‘gigante asiático’. Además, China había estado comprando grandes cantidades de petróleo durante la primera parte del año, no se sabe a ciencia cierta si por necesidad (consumo inmediato) o como estrategia para estar preparados ante posibles disrupciones en las cadenas de suministro o conflictos bélicos. Ahora, Pekín podría haber levantado el pie del acelerador y estaría relajando las compras de crudo al tener ya la reserva estratégica llena.
Por otro lado, frente a lo que sucedió durante y tras el covid (escasez de buques), ahora las entregas de superpetroleros recién construidos en los últimos dos años han podido provocar un exceso de oferta, según revelan desde Vortexa. En un mercado en el que aumenta la oferta, mientras que se mantiene la demanda, suele producirse un descenso de los precios hasta que oferta y demanda encuentran un nuevo punto de equilibrio.
Como reflejo de esos cambios, el número de superpetroleros que se dirigen a China ha caído al nivel más bajo en casi dos años. A nivel mundial, los superpetroleros también están realizando hoy menos viajes de larga distancia, con las rutas que van desde Estados Unidos y Brasil hacia Asia disminuyendo un 10% y un 52%, respectivamente, según la empresa de inteligencia de datos Kpler.
Además, los cargamentos enviados desde Arabia Saudí (el principal exportador de crudo) a América cayeron el mes pasado al nivel más bajo desde 2015. Con todo, las perspectivas mundiales del precio del petróleo se enfrentan una prueba importante si China sigue desacelerando la compra de crudo. Todo esto tiene sus consecuencias en la industria naviera. La menor demanda de superpetroleros ha llevado hasta ahora al menos a tres VLCC a cambiar sus cargamentos, abandonando el petróleo e introduciendo diésel para llevarlo a Europa, según Kpler.