El Gobierno retoma en las cuentas de 2021 la subida al gasóleo que ya incluyó en el Proyecto de Presupuestos Generales de 2019, que fue rechazado finalmente en el Congreso. El alza no afectará a la tributación del carburante profesional y bonificado, según la ministra de Hacienda.
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha adelantado que los Presupuestos Generales del Estado de 2021 reducirán la bonificación fiscal al diésel de forma que pase a tributar 34,5 céntimos por litro, frente a los 30,7 actuales, mientras que la gasolina continuará en una tasa de 40,07.
Según los cálculos de Hacienda, para llenar un depósito de 50 litros de gasóleo se encarecerá en 2,3 euros, incluido también el IVA. En el conjunto del mes, Montero prevé que para un automovilista que haga una media de 15.000 kilómetros al año el sobrecoste será de 3,45 euros.
Montero ha señalado que este incremento de los impuestos al diésel, que ya se había contemplado en las fallidas cuentas de 2019 –en 2020 están prorrogadas las del ejercicio anterior, que provienen a su vez de las de 2018–, “no tiene intención recaudatoria”, sino que se hace porque la diferencia de gravámenes entre los dos carburantes mayoritarios “no tiene razón de ser”, por lo que el Ejecutivo trabajará para igualar ambas tasas. Aunque en ningún caso afectará al combustible profesional y bonificado.
De esta forma, subrayó, se incentiva un cambio de hábitos en la automoción, a la vez que se refuerzan los “comportamientos protectores con el medio ambiente” y se penalizan los que lo perjudican, dentro del “compromiso firme de Pedro Sánchez” de reforzar la fiscalidad verde, que se encuentra “por debajo de nuestro entorno”.
La medida tributaria se calcula que supondrá en ingresos públicos 507 millones de euros, que se desglosan con una entrada en caja de 455 millones en 2021 y 52 millones en 2022.