Ankara, 17 jul (EFE).- Turquía amaneció este lunes con un alza histórica de los precios de los combustibles, tras entrar en vigor drásticos incrementos de los impuestos sobre la gasolina y el diésel, introducidos por el Gobierno para sanear el presupuesto estatal, y registrarse por otra parte un encarecimiento del crudo en los mercados internacionales.
Ankara, 17 jul (EFE).- Turquía amaneció este lunes con un alza histórica de los precios de los combustibles, tras entrar en vigor drásticos incrementos de los impuestos sobre la gasolina y el diésel, introducidos por el Gobierno para sanear el presupuesto estatal, y registrarse por otra parte un encarecimiento del crudo en los mercados internacionales.
«El aumento del precio del combustible, que es una de las mayores partidas de gasto para comerciantes, agricultores y productores, traerá nuevas subidas en todos los productos, desde la aguja hasta el hilo, con un efecto dominó», alertó este lunes el principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP).
La subida del impuesto sobre la gasolina, que entró en vigor el domingo, fue del 200 %, al pasar esa tasa de 2,5 liras (unos 8 céntimos) a 7,5 liras (25 céntimos) por litro, e incluso superior en el caso del diésel, que pasó de 2 liras (8 céntimos) a 7 liras (24 céntimos) por litro.
Con estas medidas, el Gobierno espera reducir el déficit presupuestario, que ascendió a un récord de 263.600 millones de liras (casi 9.000 millones de euros) en los primeros cinco meses del año, frente a los 124.600 millones de liras (4.200 millones de euros) del mismo periodo de 2022.
Además de la reconstrucción tras los devastadores terremotos de febrero, la preparación de las elecciones legislativas y presidenciales de mayo han disparado los gastos en un monto que se estima en unos 38.000 millones de euros (1,12 billones de liras).
Pocas horas después de entrar en vigor las subidas fiscales, el precio del litro de la gasolina se disparaba hasta las 36 liras (1,1 euros), desde una media de 26 liras (88 céntimos), mientras que el diésel avanzaba de 26 a 33 liras (1,1 euros).
La medida ha desatado fuertes protestas en las redes sociales por su inevitable impacto en la inflación, que el mes pasado fue del 38,2 % interanual.
El poder adquisitivo de los ciudadanos turcos ha caído drásticamente también debido a la sostenida depreciación de la lira frente al dólar y el euro.
Frente al cambio de 18,8 liras por dólar de enero pasado, hoy el billete verde equivale a 26,3 liras, mientras que el valor del euro ha pasado de 20,4 a 29,5 unidades de la moneda turca.
En el mismo periodo, la gasolina y el diésel se han encarecido un 78 % y un 51 %, respectivamente.
Esta fuerte subida de los impuestos de la gasolina levantó protestas tanto en las redes sociales, con el hastag #KontakKapat (derribado), que se convirtió en el tema del día en Twitter, como entre los líderes de la oposición. EFE