• La CNMC busca fórmulas para impulsar la instalación sin que se generen déficits tarifarios
  • Las comercializadoras creen que introduciría una competencia desleal en los mercados de servicios
  • El regulador tiene que presentar este trimestre la Circular que regula el cálculo de los peajes

 

Un electrolizador para producir hidrógeno
Un electrolizador para producir hidrógeno
 
 

La Comisión Nacional de Mercados y Competencia presentará este primer trimestre del año la Circular de revisión de los peajes eléctricos, es decir, la norma que fija cómo se reparten los costes del transporte y la distribución de electricidad desde las centrales hasta los puntos de consumo.

La revisión que prepara el organismo se sigue atentamente por parte de los operadores, ya que significa el 41,14% de los ingresos de la tarifa eléctrica y previsiblemente irá ganando peso con las necesidades de fuertes inversiones en redes que generan los nuevos vectores energéticos como el hidrógeno verde, el almacenamiento, los centros de datos o los puntos de recarga del vehículo eléctrico.

Con este escenario a la vista, el sector del hidrógeno, que busca fórmulas para acercar su precio a niveles donde pueda competir con el gas, ha pedido a la CNMC que se inicie un procedimiento de petición de ayudas de estado ante la Unión Europea para solicitar la exención transitoria del pago de dichos peajes eléctricos.

Las plantas de hidrógeno son puntos de suministro de consumo elevado, pero cuya utilización de potencia depende de la configuración. Existen proyectos donde el productor consume toda su electricidad de la red y requiere, por lo tanto, niveles de potencia muy elevados o aquellas en las que se alimentan de renovables mediante líneas directas o modelos mixtos. En todos los casos el coste del suministro eléctrico resulta uno de los principales factores para su competitividad.

La petición del sector del hidrógeno, no obstante, cuenta con la oposición de los comercializadores que indican que el impacto de eximir de los peajes a este tipo de instalaciones supondría introducir una competencia desleal en los mercados de servicios.

Por ello, consideran que en caso de no quedar exentos, el regulador tenga en cuenta las distintas configuraciones existentes e imponga peajes específicos. Es decir, para aquellos perfiles de consumo plano pero de elevada utilización de potencia. Por contra, para los productores que tengan perfiles variables, se pide un aumento del término variable en sus peajes.

 

Otra opción planteada es la posibilidad de introducir los llamados peajes transitorios y específicos para determinados usos (almacenamiento de energía, autoconsumo, producción de hidrógeno, carga de vehículo eléctrico o suministro a embarcaciones), es decir, los sectores que se considera que serán los principales demandantes de energía durante los próximos años.

Déficit de tarifa

La exención de este pago de peajes supondría que las inversiones necesarias en red recaerían por lo tanto en el resto de consumidores, lo que supondría un incremento de las tarifas para el resto o el riesgo de aparición de un déficit tarifario.

La CNMC, en un grupo de trabajo llevado a cabo para valorar la revisión de la Circular 3/ 2000, sostuvo que el problema no son los peajes sino que el coste de producción del hidrógeno es muy superior al del gas más el coste del CO2.

La Comisión considera que la norma establece que los peajes deben ser neutros, es decir, no se debe favorecer el establecimiento de peajes por el tipo de uso. Además, en un periodo de electrificación de la economía donde se prevé invertir más de 100.000 millones de euros en redes es necesario recuperar dicha inversión a través de los peajes.

Por ello, desde el organismo regulador se han analizado soluciones alternativas para incorporar estos nuevos vectores como la posibilidad de establecer peajes de corto plazo (diario, mensual, trimestral). Este tipo de peajes podría facilitar tanto el acceso de nuevos entrantes (hidrógeno, puertos, etc) como facilitar la adaptación de la contratación de las potencias al perfil de consumo de los usuarios de las redes sin eliminar el requisito de potencias crecientes.

En la actualidad, el sector se rige por este requisito, pero el regulador también ha analizado la opción de poder pasar al de potencia demandada.

La vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagesen, destacó esta pasada semana en Davos «el poder de la visión estratégica que se está aplicando en la apuesta por el desarrollo del hidrógeno renovable».

En los últimos cinco años, el hidrógeno renovable en España ha pasado de ser objeto de mera investigación, a convertirse en elemento central de la estrategia de descarbonización del país.

En ese sentido, recordó la puesta en marcha de un programa de valles de hidrógeno, con una inversión de 1.350 millones, que han despertado un «interés significativo» por parte del sector privado.

El Gobierno ha incrementado la previsión de proyectos de hidrógeno en España hasta los 12 GW en 2030, pero lo cierto es que las primeras decisiones de inversión significativas puedan avanzarse una vez que ha decaído el ‘impuestazo’.

El impulso al hidrógeno se ha disminuido

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguró esta semana pasada en el Foro Económico Mundial de Davos que el «impulso» para el hidrógeno verde ha «disminuido» y que se esperaba un apoyo que todavía no ha llegado.

En este aspecto, el directivo ha apuntado que hubo un momento en que se hablaba mucho del hidrógeno verde y que estaban «preparados para hacer inversiones», pero que «desafortunadamente» este impulso se ha reducido.

«Tenemos que aprender lecciones del pasado, hace tres años tuvimos una terrible crisis energética, en mis 24 años en el sector he sufrido varias crisis (…) porque cuando dependes de otros países en términos de importaciones de recursos básicos, los mercados internacionales se mueven hacia una u otra dirección», sentenció.

El máximo responsable de la eléctrica aprovechó también para defender la continuidad de las centrales nucleares como la de Almaraz.

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