El yacimiento petrolífero Johan Sverdrup, situado en el Mar del Norte, es una de las joyas de la industria energética noruega y el mayor yacimiento petrolífero de Europa en términos de producción. Este yacimiento se ha convertido en muy poco tiempo en la pieza clave para la producción de petróleo del país y para la demanda europea en un contexto de importantes turbulencias geopolíticas, no solo por su envergadura, sino también por su relevancia estratégica ante las restricciones impuestas en Europa al petróleo ruso. Su puesta en marcha se produjo en un momento en el que la producción de crudo del Mar del Norte se encontraba en plena decadencia. Pese a todo lo anterior y la ‘juventud’ de este yacimiento, Sverdup está a punto de entrar en la fase más temida por la industria petrolera: la fase de declive.
Aunque Johan Sverdrup fue descubierto hace solo 15 años y lleva activo solo desde 2019, en este corto periodo de tiempo ha transformado los niveles de producción del Mar del Norte produciendo a raudales un crudo relativamente pesado y ácido (o agrio, es decir, que tiene una cantidad relativamente elevada de azufre), algo totalmente anormal en una cuenca conocida por su crudo ligero y dulce. El crudo peso y agrio suele ser menos atractivo (es más complejo de refinar) y más barato que el crudo ligero y dulce, lo que no ha impedido que el petróleo de este yacimiento tenga gran demanda. Así, la producción del yacimiento representa actualmente alrededor de una cuarta parte de toda la producción de petróleo del Mar del Norte (sumando la producción de Noruega y el Reino Unido).
Con una producción diaria que está superando este año los 755.000 barriles de petróleo por día, el campo Johan Sverdrup representa ahora mismo más el 40% del total de la producción de crudo de Noruega, lo que le sitúa en el epicentro de la industria petrolera del país. Este volumen ha consolidado a Noruega como el principal exportador de petróleo de Europa (con permiso de Rusia). Ahora que comienza la false de declive, Noruega ver como su gran fuente de petróleo e ingresos comienza a ‘evaporarse’ lentamente, un momento que todo noruego y miembro de la industria petrolera sabía que podía llegar.
Por otro lado, este yacimiento cuenta todavía con unas reservas probadas de 2.700 millones de barriles. Esta cantidad, que parece un tanto insignificante ante las reservas probadas en los países de Oriente Medio (llegan a superar los 100.000 millones de barriles) sería suficiente para abastecer la demanda de España, por ejemplo, más de cinco años (utilizando solo este yacimiento). Imaginen lo que supone para Noruega, con solo 5 millones de habitantes, tener un yacimiento de crudo que puede cubrir toda la demanda de un país como España con 48 millones de habitantes. Supone grandes ingresos, unos flujos de dinero que han permitido a Noruega construir el mayor fondo soberano del mundo, con activos por unos 1,5 billones de euros.
Johan Sverdrup produce más de lo que se esperaba
Volviendo al yacimiento en cuestión, en un principio, la producción máxima prevista era de 660.000 barriles diarios. Sin embargo, la sofisticada industria noruega, liderada por Equinor (que tiene otros proyectos en marcha), ha logrado elevar esta cantidad hasta los 755.000 barriles diarios de hoy. Johan Sverdrup pasó por dos fases de desarrollo, una que comenzó en octubre de 2019 y otra en diciembre de 2022, que supuso el gran salto hasta los niveles de producción actuales. Ahora, se espera que los niveles producción disminuyan a fines de 2024 o principios de 2025, según ha publicado esta semana la Administración de la Información Energética de EEUU (EIA por sus siglas en inglés).
Para comprender la importancia de este yacimiento solo hace falta señalar que el segundo campo de petróleo más importante de país (el yacimiento de Snorre, también en el Mar del Norte) está produciendo unos 95.000 barriles por día. Es decir, Sverdrup bombea cada día siete veces más petróleo que el segundo yacimiento del país.