El colectivo de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (ASVECAR) alerta del sistema «ilegal» que tienen algunas empresas al sacarle rentabilidad fiscal a los depósitos que tienen instalados para el repostaje de sus vehículos
REDACCIÓN
Asturias tiene actualmente 268 estaciones de servicio repartidas por su territorio en las que a diario repostan miles de vehículos. Además, según la información disponible en el Servicio de Fluidos y Metrología de la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económico del Principado, en el Registro Industrial figuran 466 titulares de instalaciones de productos petrolíferos para consumo de vehículos propios. Se trata de empresas de transporte, cooperativas agrarias, empresas lácteas, empresas industriales, constructoras y de autónomos, sobre todo de ganaderos con depósitos autorizados. En algunos casos, estos puntos de autoconsumo también son puntos de venta al público,como ocurre con algunas cooperativas agrarias, y como tal están identificadas en el mencionado registro. Sin embargo, la Agrupación Asturiana de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (ASVECAR) alerta de que en la región hay muchas empresas con surtidores de gasolina para el consumo propio de sus vehículos que tienen un «negocio fraudulento» detrás al sacar rentabilidad «ilegal» a los depósitos que tienen instalados.
Así, el mismo señala que «además de una competencia ilegal, hay un negocio fraudulento muy grande» que no entiende que no esté siendo investigado. «Hacienda pasa olímpicamente de la distribución minorista de combustible, pero hay un agujero bestial», manifiesta el presidente de ASVECAR, que apostilla que es una forma más de que haya «economía sumergida cuando una empresa está pagando en B en combustible y desgrava el IVA de ese carburante como de consumo propio». En su opinión, «Hacienda cobra de quien no debe porque hay alguien que se está comiendo la fiscalidad mientras otro hace negocio y compensa un IVA que no le corresponde» mientras se genera «un agujero bestial» porque alguien llega a deducir un 50 por ciento generándose unos beneficios para sí mismo muy grandes.
A su entender, «es un misterio que está pasando en Asturias» sin que nadie se preocupe de ello, por lo que concluye que esto es «como el Gibraltar del combustible».