Olga Ramos denuncia que las estafas y robos cada vez son más frecuentes CARMELA QUEIJEIRO
Estos delincuentes pertenecen a bandas del Este y tienen un largo historial
09 jun 2024 . Actualizado a las 12:14 h.
Aunque estafas las ha habido siempre, los delincuentes también se van adaptando a los tiempos e inventan nuevas tretas para salirse con la suya. La última moda de los timadores para llenar el depósito del coche sin gastar un euro es simular cuando van a pagar que le han bloqueado temporalmente la tarjeta, pero que volverán más tarde. Detrás de este delito están bandas del Este que van cambiando de zona para evitar ser detenidos.
Uno de los últimos episodios ocurrió recientemente en una gasolinera de A Pobra, donde los trabajadores ya se percataron nada más llegar de que los dos individuos que iban a bordo de una furgoneta tenían unas pintas bastante sospechosas.
Pidieron que le llenasen el depósito y luego uno de ellos se dirigió al mostrador a pagar la factura, no sin antes coger además varios productos de las estanterías de la estación de servicio.
Cuando llegó la hora de abonar el importe, el delincuente explicó al cajero: «Me bloquearon la tarjeta y no puedo pagar». Apuntó que fue por una compra en internet, pero que en una hora ya estaría activa y podría pagar. Incluso hizo el paripé de llamar allí mismo a su banco para que el dependiente pudiese tragarse su versión, algo que no ocurrió.
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De hecho, el trabajador le explicó que si no ingresaba el importe les vaciarían el depósito (una operación que lleva unos 20 minutos). El estafador regresó entonces al vehículo con la excusa de ver si su amigo tenía dinero, pero lo que hizo fue enredar un rato y en un descuido escaparon. Aunque el personal intentó impedirlo, lo único que pudo hacer fue tomar nota de la matrícula y llamar a las fuerzas del orden.
«Ya venían preparados para irse sin pagar, porque nos dijo la Guardia Civil que estaban detrás de ellos por varios delitos que están cometiendo en la zona», apuntó Manuel Durán, propietario de la estación de servicio A Xunqueira. Explica que en estas situaciones los profesionales del sector están indefensos, «porque si la estafa es de menos de 400 euros no es un delito, es una falta, y por mucho que lo demostremos con las imágenes de las cámaras, jurídicamente el recorrido es muy escaso».
Reconoció que este tipo de ladrones son profesionales y actúan igual tanto si hay gente como si no. «Saben perfectamente hacer el teatro, aparentando total normalidad, aunque en este caso tenían unas pintas que ya nos hicieron sospechar», señaló Durán. El pobrense reconoció que este tipo de timos no son muy habituales, aunque en los últimos tiempos sí se han hecho más frecuentes.
Carnés
Otros trucos que suelen usar los estafadores para irse con el depósito lleno y no pagar es dejar de fianza el DNI, un reloj, unas gafas o cualquier otro objeto de aparente valor, pero que luego nunca vuelven a buscar ni, por supuesto, a abonar lo que deben. «Podía cambiar de identidade con toda a colección de carnés que deixaron e nunca volveron a por eles», señala Olga Ramos, que recientemente sufrió un robo en su gasolinera de Taragoña, donde un supuesto cliente aprovechó un descuido y cogió un bolso que había detrás del mostrador y que guardaba parte de la recaudación.
La rianxeira señala que es muy complicado poder evitar este tipo de hurtos y que aunque se consiga demostrar los hechos, en la mayoría de los casos los delincuentes salen impunes. «Ao final perdiches unha mañá de traballo para ir a declarar, e cando acabas eles xa están saíndo pola porta».
«Una vez que llenas el depósito, no te lo dejan sacar porque el combustible está dentro de su coche»
La boirense Marga Loureda conoce bien este tipo de hurtos, «porque los sufrimos más de lo que nos gustaría. Además, muchas veces estamos atados de pies y manos porque una vez que llenas el depósito no te lo dejan sacar porque el combustible está dentro de su coche, aunque sea nuestro y no lo hayan pagado», critica.
Apunta que según la ley de protección de datos no pueden quedarse con ningún documento de identidad como prenda, aunque muchas veces estos sean falsos. Loureda reconoce que no es un problema exclusivo de la zona sino que por conversaciones con otros profesionales es común en toda España, y provoca importantes pérdidas. «Con estos hurtos ya perdemos la ganancia del día. Estamos indefensos», denuncia.
La empresaria reconoce que la única salida que les queda es acudir a la Guardia Civil a contar los hechos, «y rezar para que tengan más de diez denuncias acumuladas y los puedan coger, aunque sin el combustible ya te has quedado».
