Los coches eléctricos se están convirtiendo en un problema en el país de los tulipanes. Holanda, uno de los países europeos que más está apostando por los cero emisiones, ya está sufriendo importantes problemas en su red de alta y baja tensión con apagones continuos. Las dos soluciones que se manejan afectan directamente a los propietarios de los coches eléctricos.

La carga de coches eléctricos en Holanda está poniendo al límite la red de abastecimiento. – BMW
Hasta hace pocas semanas, la Unión Europea mantenía su intención de cambiar el sistema de movilidad de los ciudadanos del continente en 2035 abandonando definitivamente la combustión térmica tradicional y apostarlo todo a los coches eléctricos. Hoy, con la mira puesta en las próximas elecciones europeas, el panorama está cambiando y ya no se da por hecho que la combustión tenga los días contados. Tanto es así que las marcas ya vienen oliendo el «tufo» del arrepentimiento en la controvertida decisión.
Los coches eléctricos se están convirtiendo ya en un importante problema en algunos países europeos. En Holanda, ha ido de menos a más hasta convertirse en una odisea que está poniendo en serio aprieto la construcción de nuevas viviendas. Y es que la red eléctrica de alta tensión no da para más y la de baja tensión menos todavía, causando continuos apagones en las cuatro principales ciudades del país de los tulipanes. Los vecinos de Utrecht, Rotterdam, Ámsterdam y La Haya están sumamente hartos de la situación que vienen padeciendo. No es nuevo, en Alemania también la están viviendo.

Los puntos de carga de coches eléctricos públicos son un problema para la red general.
Recargar los coches eléctricos en cargadores públicos es un gran problema
Stedin es el mayor operador de la red eléctrica holandesa y ya ha ha avisado al gobierno de que la situación es insostenible. Ésta se ha agravado especialmente en Utrecht donde han detectado que la demanda de electricidad es mayor que la capacidad de la red general. De ella dependen miles de hogares que, en una política de transición verde y con el aumento en el precio del gas ruso, se animó a los ciudadanos a sustituir las calderas de gas por eléctricas y por bombas de calor.
A lo que se suma que una gran mayoría de propietarios de coches eléctricos recarga en los puntos públicos cuando salen del trabajo. Esto es entre las 17.00 y las 20.00 horas. El operador de la red ha avisado al gobierno que para evitar los apagones sería necesario instalar más de 54.000 transformadores eléctricos y tirar más de 100.000 kilómetros de cableado nuevo, lo cual es materialmente imposible a corto plazo, amén de que no resolvería la situación. Si hoy existen casi 450.000 coches en Países Bajos y la congestión energética es la que es, en 2035 sería un desastre.
Recargar los coches eléctricos en cargadores públicos es un gran problema
Stedin es el mayor operador de la red eléctrica holandesa y ya ha ha avisado al gobierno de que la situación es insostenible. Ésta se ha agravado especialmente en Utrecht donde han detectado que la demanda de electricidad es mayor que la capacidad de la red general. De ella dependen miles de hogares que, en una política de transición verde y con el aumento en el precio del gas ruso, se animó a los ciudadanos a sustituir las calderas de gas por eléctricas y por bombas de calor.
A lo que se suma que una gran mayoría de propietarios de coches eléctricos recarga en los puntos públicos cuando salen del trabajo. Esto es entre las 17.00 y las 20.00 horas. El operador de la red ha avisado al gobierno que para evitar los apagones sería necesario instalar más de 54.000 transformadores eléctricos y tirar más de 100.000 kilómetros de cableado nuevo, lo cual es materialmente imposible a corto plazo, amén de que no resolvería la situación. Si hoy existen casi 450.000 coches en Países Bajos y la congestión energética es la que es, en 2035 sería un desastre.