Jaime Barea en el Kutxaespacio, donde se celebró la segunda jornada organizada por Aega. /Morquecho

Jaime Barea en el Kutxaespacio, donde se celebró la segunda jornada organizada por Aega. / MORQUECHO

El ejecutivo ratifica que las palabras de la ministra sobre los vehículos de gasóleo «han causado un daño irreparable a las ventas»

Jaime Barea, director corporativo de la asociación española de vendedores de vehículos (Ganvam), se muestra muy crítico con los mensajes lanzados desde el Gobierno central y que han puesto en la picota a los vehículos diésel. Barea asume que los eléctricos se expandirán sin vuelta atrás en 2020, un año que prevé difícil para la industria y los concesionarios, aunque confía en la capacidad de adaptación de ambos. Barea ha participado en San Sebastián en las jornadas sobre movilidad sostenible organizadas por la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa (Aega).

– ¿La transición al vehículo eléctrico ha pillado con el pie cambiado a los fabricantes y en consecuencia a los concesionarios?

– Sin duda alguna, nos ha pillado a todos a contrapie. En primer lugar a los fabricantes, porque el ciclo productivo de un vehículo es largo. En nuestro caso, nos debemos al cliente, que es quien decide qué modelo compra en función de la información que tiene. Le han llenado la cabeza de cosas raras, de mensajes contradictorios. Se debería haber sido más riguroso en la comunicación para efectuar una transición ordenada de un modelo a otro.

– ¿A qué mensajes se refiere?

– Si se dice que en 2040 no podrán circular vehículos de combustión interna, estamos hablando de coches que todavía no han sido vendidos. Sin embargo, el impacto psicológico en las ventas ha supuesto una retención de la demanda y el envejecimiento del parque. En consecuencia, se ha conseguido el objetivo contrario al de la descarbonización.

– La ministra Teresa Ribera dijo que los ‘diésel tienen los días contados’, es normal que los potenciales clientes estén desorientados…

– Esas declaraciones fueron terribles. Hicieron mucho daño a las ventas. Aun queriendo rectificar -en referencia a las matizaciones posteriores del Gobierno- el daño estaba hecho. Tampoco ayudan los mensajes que llegan desde Bruselas.

– Ustedes están a pie de calle, ¿qué dudas les plantean las personas que entran en los concesionarios?

– Muchos llegan con la idea de comprar un coche híbrido, aunque se olvidan que también éstos fueron dejados fuera de la ‘foto’ por la ministra. La desinformación es generalizada y nos toca ser didácticos y explicar, por ejemplo, que los diésel Euro VI cumplen con todas las exigencias medioambientales. Estas dudas están afectando a las ventas. Personas que tienen vehículos con cierta antigüedad y poder adquisitivo para cambiarlo, en este entorno de incertidumbre deciden aplazar la compra.

En su contexto

3,6% crecieron las ventas de vehículos en Gipuzkoa en noviembre (1.095 matriculaciones), respecto al mismo mes del año pasado (1.057). En el acumulado hasta noviembre cayeron un 2%.

2,3% aumentaron las ventas en el Estado en noviembre y en el acumulado hasta ese mes bajaron un 5,7%. En Euskadi, en noviembre subieron un 0,9% y el acumulado registró un descenso del 5,2%.

– ¿Usted anima a quienes quieran comprar diésel a que lo hagan?

– Por supuesto, mi próximo coche volverá a ser diésel. Estos modelos tienen larga vida. En Noruega el 32% de los vehículos matriculados son diésel, por algo será. Es evidente que presentan ventajas, como un 20% menos de consumo. Además, son los más requeridos para el segmento de alquiler e industrial.

– ¿Los plazos previstos en España para prohibir la venta de vehículos con motores de combustión son realistas?

– Los plazos de España son mucho más exigentes que los de la UE, el 2040 frente al 2050. España ha elegido el escenario más estricto de los seis que se plantearon en la UE. Todavía no se han vendido los vehículos afectados por la restricción de 2040, por tanto hay tiempo para que la transición sea ordenada y evitar esos comunicados estridentes que hacen que un cliente se tambalee y decida esperar, porque no tiene claro qué comprar.

– El 2040 parece que está lejos, pero los tiempos que necesita la industria para pasar del motor de combustión al eléctrico no parece que vayan a ser cortos…

– Está claro, la industria se ve afectada por la interrupción del ciclo productivo y de sus cálculos de coste-beneficio. A esto hay que añadir la amenaza de sanciones para los vehículos que emitan una determinada cantidad de CO2. Nosotros lo tenemos más fácil, venderemos lo que ellos fabriquen.

– Las sanciones a los fabricantes a las que usted hace referencia, previstas para el año que viene, ¿repercutirán en las ventas?

– Tenemos una experiencia previa. En agosto del año pasado los concesionarios automatricularon 30.000 vehículos debido a los plazos estipulados para cumplir la normativa europea sobre emisiones, el conocido como VLTP. Ahora ocurre lo mismo. Esta práctica presenta dos inconvenientes: es un mercado artificial y con menos márgenes. Por tanto, el horizonte es malo para los concesionarios, no solo para los fabricantes, aunque el foco se suele colocar sobre ellos.

– ¿Cómo cerrarán los concesionarios el año?

– El mercado de particulares caerá un 12%. El de empresa se mantiene, pero deja menos margen. Yo animo a aprovechar este final de año para comprar coche, porque la competencia es feroz y hay muy buenas oportunidades.

– ¿Y cómo prevé que será el 2020?

– Difícil. La previsión no es halagüeña por diferentes motivos. Los mensajes macroeconómicos no son buenos. El sector del automóvil va bien si la economía va bien. Si a esto se añade la incertidumbre del vehículo eléctrico, las sanciones… El 2020 no pinta bien.

– ¿Si las fábricas de vehículos ubicadas en España no realizan el tránsito al vehículo eléctrico, que repercusión tendrá en los concesionarios?

– El 85% de lo que se fabrica en España se exporta. Es un sector estratégico, con 17 plantas que nos sitúan como segundo país productor de Europa y el octavo del mundo. Que le vaya bien contribuye a que la economía de España sea pujante, lo que repercute directamente en los concesionarios. Queremos vender coches fabricados aquí, pero si la industria pierde el tren del vehículo eléctrico, venderemos los que se importen. También puede ocurrir que se ensamblen en Figueruelas o Almusafes, pero con baterías chinas.

– ¿La expansión del vehículo eléctrico irá acompasada por la instalación de electrolineras?

– Las compañías generadoras de energía dicen que los cinco millones de vehículos eléctricos que el Gobierno pretende que circulen en España suponen un 1% de incremento de demanda, algo que según dicen es perfectamente asumible. Ahora bien, faltan puntos de recarga.

– Ustedes han pedido al Gobierno un Plan Renove como medida eficaz para reducir las emisiones de CO2, ¿tendrán éxito?

– La única sensibilidad que ha mostrado el Gobierno ha sido hacia vehículos de propulsión alternativa, dejando fuera a los de combustión y a los seminuevos. No entienden que es una palanca de rejuvenecimiento del parque. Los vendedores han dado muestras de una capacidad de adaptación y supervivencia increíbles.

– En Gipuzkoa están manteniendo el tipo mejor que en el resto del Estado, con una caída de ventas menos acusada.

– Así es. Además, Euskadi puso en marcha un Plan Renove que permitió que el mercado remontara.