Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, reprocha al Gobierno que las industrias «paren porque no puedan afrontar los costes energéticos» y pide dejar a un lado la «ideología».
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha cargado este jueves contra el modelo de transición energética que se está llevando a cabo. Ha criticado firmemente que las empresas tengan que disminuir o, incluso, parar su actividad por la escalada de precios en la factura de la luz. «No es de recibo que haya que enfrentarse a meses en que las familias tengan que pagar la electricidad a 220 o 250 euros el MWh generado o a que haya industrias que tengan que parar porque no pueden abordar los costes energéticos», ha apuntado, en referencia a las empresas – como Sidenor, en Basauri- que ya lo han anunciado.
En la clausura de la XIX Conferencia Internacional de APTE (Asociación de Parques Tecnológicos de España) en el Parque Tecnológico de Zamudio (Vizcaya), Imaz ha apelado a una «transición justa», que no se haga «de cualquier manera» y que permita a la industria competir. Algo que, a su modo de ver, no se está cumpliendo. «No se trata de que me cierran la acería y luego me ponen un centro de interpretación con cuatro puestos de trabajo, que viene luego la gente a visitarnos y nos dedicamos al turismo», ha ejemplificado.
«Estamos haciendo el canelo»
De hecho, ha lamentado que estemos «haciendo el canelo» en este proceso. “A veces hacemos transiciones llevados por la ideología o la teología, en algunos casos, y necesitamos algo que termine en ‘guía’, pero es tecnología, que tiene que ser el auténtico motor de la transición que hay que llevar a cabo”, ha añadido.
Dice Imaz que, ahora, uno de los objetivos más importantes es garantizar la seguridad de suministro. «Si sacamos el gas natural de la ecuación y decimos que no podemos explorar ni producir gas natural porque emite CO2, las empresas dejan de invertir en gas natural, la producción baja y luego, de repente, no tenemos gas natural y el recibo de la luz se nos pone a 200 euros MWh y nos extraña». Esas son, ha dicho, las consecuencias de las decisiones que «hemos tomado», en clara alusión al camino que está tomando el Gobierno.
Reclama una estrategia clara
En ese sentido, el consejero delegado de Repsol cree que hace falta una estrategia para abordar la producción de hidrocarburos «con responsabilidad». Mientras no sepamos generar fuentes de energía alternativas, ha apuntado, hay que buscar fórmulas con «costes competitivos». De lo contrario, serán las empresas y los consumidores los que noten las consecuencias. «Lo van a pagar y también la industria en términos de competitividad», ha recalcado.
Durante su intervención, Imaz ha insistido en que los derechos de Emisión de CO2 son «absolutamente indispensables» y ha dejado claro que lo ideal, para él, sería fijar un precio de CO2 global. «Lo que está pasando en estos momentos con los derechos de CO2 en Europa es un movimiento de especulación financiera brutal y, en este momento, los consumidores europeos están pagando el recibo eléctrico sobredimensionado por unos derechos de CO2 que tienen unos precios que están movidos por el motor de la especulación financiera», ha criticado.
Por eso, ha pedido a las autoridades europeas que pongan más derechos de CO2 en el mercado para que, así, se pueda reducir el precio de la electricidad y, por consiguiente, la factura de la luz. «Lo pueden hacer en 24 horas si quieren y esto tendría un efecto inmediato sobre los recibos de los consumidores y sobre la competitividad de la industria», ha subrayado.
