Fedmes apunta a que la situación de competencia ilegal «se ha disparado»

Un hombre pone gasolina en una estación de servicios.

Un hombre pone gasolina en una estación de servicios. / J.M.LÓPEZ

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

 

Tras conocerse este pasado lunes que la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude (ONIF), que depende de la Agencia Tributaria, está investigando junto a las autoridades reguladoras de la competencia en España una trama fraudulenta en la venta de diésel de todo el país, fuentes de la Federación Mediterránea de Estaciones de Servicio (Fedmes) reclamaron ayer la necesidad de realizar un cambio fiscal en el sector para evitar que se produzcan este tipo de fraudes. En concreto, según explicaron a este diario, la patronal propone seguir la vía de Italia y que se produzca el pago del IVA -impuesto que ha sido uno de los entornos fraudulentos de la trama- «cuando el producto sale del depósito fiscal». Todo, aseguran, para que «haya una competencia justa» entre todas las estaciones.

Y es que aunque aseguran que resulta «imposible» hacer una estimación concreta de cuantas estaciones podrían estar implicadas -dentro de una red que, según avanzó el lunes la ‘Cadena Ser’, tendría un impacto de 1.900 millones de euros anuales– en la Comunitat Valenciana en esta trama, sí que destacan que los casos de fraude en los combustibles «no son nuevos, por desgracia hace tiempo que vienen sucediendo». No obstante, desde Fedmes apuntan a que estas situación de competencia ilegal «se han disparado» y ahora -creen- están «aflorando más» porque un cambio reciente en la normativa ha impedido que las gasolineras puedan comprar al por menor.

«Desde la federación siempre hemos defendido que se luche contra esto y lo que pedimos ahora es que se actúe con celeridad porque todos los que están incumpliendo están haciendo una competencía ilegal», añaden sobre una situación que se produce cuando algunas de las estaciones «, que son pymes, lo están pasando mal».

 

Precios más baratos

Tal como publicó ayer este diario, como resultado, aquellas gasolineras que están comprando diésel fraudulento están ofreciendo precios más baratos que las que lo compran a proveedores tradicionales. Por tanto, muchas estaciones tradicionales están teniendo que cerrar o se están convirtiendo en operadores independientes.

Para los consumidores, el efecto tiene que ver con el precio: por ejemplo, en el caso de llenar un depósito de 50 litros, puede suponer un ahorro de entre 10 y 20 euros. A los usuarios no les afecta directamente el estar involucrados en un delito de fraude, como sí puede pasarle a los propietarios de las estaciones de servicio. Fuera de la trama, sí es cierto que las gasolineras que se encuentran al lado de las autopistas son más caras que las demás, con una media de entre 4 y 7 céntimos por litro más alta, según ha confirmado un estudio de Adac. Además, también aseguran que, por la mañana, los precios del carburante son ligeramente más altos.

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