• Enero es el peor mes del año para la demanda de petróleo a nivel mundial
  • La oferta seguirá creciendo al son de países como EEUU, Argentina o Brasil
  • En los dos primeros trimestres se acumularán más de 60 millones de barriles

 

petróleo crudo gas llama energía
 

Cada nuevo informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestra un panorama más desolador para los alcistas del petróleo (los que apuestan por una subida del precio del crudo). En el documento del mes de diciembre (se publica uno al mes), la AIE prevé que sobrará más de un millón de barriles de crudo cada día en los dos primeros trimestres del año. Se juntan varios factores. Por un lado, la demanda no termina de arrancar, mientras que la oferta goza de gran salud, sobre todo fuera de la OPEP. Pero es que, además, enero suele ser un mes fatídico para la demanda de crudo, por lo que se producirá una acumulación histórica de inventarios. Por otro lado, se espera que en la segunda parte de 2025 se equilibre algo más la situación, pero aun así seguirán sobrando cientos de miles de barriles cada día, según la previsión del organismo. El choque entre una oferta al alza y una demanda a la baja protagonizará la primera parte del año.

La primera parte del año el mercado va a asistir a una tromba de petróleo que va a coincidir con una demanda a la baja: «La demanda global de petróleo suele alcanzar su punto más bajo de la temporada en el primer trimestre del año, concretamente en enero. En nueve de los catorce años calendario comprendidos entre 2008 y 2023 (excluyendo el período afectado por la pandemia de 2020-2021), enero fue el mes con el menor consumo de petróleo. Este efecto estacional es particularmente notable en términos relativos, con una caída promedio mensual del consumo entre diciembre y enero de 2,2 millones de barriles diarios (mb/d), equivalente al 2,3 %. Esta disminución representa, con diferencia, el mayor descenso registrado en cualquier mes. Posteriormente, febrero muestra el mayor incremento mensual, a medida que el uso de petróleo repunta tras las festividades», señala el informe de la AIE.

Este patrón de la caída de la demanda de petróleo en enero es notablemente amplio, tanto entre países como entre los hemisferios norte y sur, aunque es más acentuado en los países desarrollados (-3% en la OCDE frente a -1,6% en los países no pertenecientes a la OCDE). De hecho, la mayor caída se registra en América Latina (-4,6%), lo que sugiere que las condiciones invernales no son un factor determinante significativo. Lo cierto es que tras la publicación de este informe, el precio del crudo ha comenzado a caer, aunque de forma leve. El barril de Brent se sitúa en los 73,4 dólares.

Un año con petróleo por todos lados

Con todo, la AIE calcula que el exceso de producción de petróleo medio en 2025 será de 950.000 barriles diarios (en el primer trimestre sobrará más de un millón de barriles cada día, que se compensará levemente en la parte final del año) y podría ser todavía mayor si la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y sus socios decidieran poner fin a su programa de recortes voluntarios, advierten desde la organización perteneciente a la OCDE.

En su informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este jueves, la AIE revisa ligeramente a la baja, en 80.000 barriles diarios, sus previsiones de noviembre sobre la demanda global para este año, sobre todo debido a un consumo más débil de lo esperado en China, pero también en Arabia Saudí e Indonesia.

En el tercer trimestre, el incremento interanual de la demanda fue de 320.000 barriles diarios, la menor desde el choque de la crisis de la covid en 2020. Es verdad que, al mismo tiempo, el consumo de petróleo en los países desarrollados de la OCDE aumentó en 190.000 barriles en ese tercer trimestre si se compara con el mismo de 2023.

Con sus nuevas proyecciones, el mundo absorberá 102,8 millones de barriles diarios de media en 2024, lo que significa una subida de 840.000 barriles respecto a 2023. Esa progresión se acelerará sólo «modestamente» en 2025, con un alza de 1,1 millones de barriles diarios a 103,9 millones, lo que incluye una también ligera revisión al alza en 90.000 barriles diarios respecto al informe de la AIE del mes pasado.

La industria petroquímica tira del carro

El principal vector de ese crecimiento de la demanda será la industria petroquímica, ya que en el transporte van a seguir pesando los cambios de comportamiento de los consumidores y las nuevas tecnologías, es decir, esencialmente la electrificación. Por el lado de la demanda, el cambio más reciente es la decisión de la OPEP+ la semana pasada de posponer el fin de su recorte de producción de 2,2 millones de barriles diarios como pronto hasta un periodo que podría ir desde finales de marzo de 2025 a septiembre de 2026.

Sobre esa base, la AIE ha optado por excluir en sus previsiones que ese crudo vaya a volver al mercado hasta que no se confirme el calendario, y aun así el excedente de producción son esos 950.000 barriles diarios en 2025. En caso de que la OPEP+ se decantara por poner fin a esos recortes voluntarios desde finales del próximo mes de marzo, ese excedente subiría a 1,4 millones de barriles diarios.

La razón es que los autores del informe anticipan un aumento de la producción de petróleo de 630.000 barriles este año hasta 102,9 millones, y de 1,9 millones en 2025 hasta 104,8 millones. Un 70% del incremento esperado el año próximo vendrá de países que no pertenecen al bloque de la OPEP+, y de hecho casi exclusivamente del continente americano. En concreto, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Guyana y Argentina aportarán más de 1,1 millones adicionales de crudo y de gas natural licuado (GNL).

 

La política en EEUU y China apoya las subidas del barril

El informe que ha publicado la Agencia, a pesar de sus conclusiones, no ha sido capaz de presionar a la baja a los precios del crudo, que aguantan con subidas del entorno del 0,1% este jueves, en los 73,6 dólares en el caso del barril Brent. El análisis de la AIE se ha solapado con las últimas declaraciones de Janet Yellen, Secretaria del Tesoro estadounidense, quien ha asegurado que los bajos precios del petróleo pueden permitir que haya nuevas sanciones por parte del Gobierno norteamericano hacia Rusia. Si la maquinaria de oferta petrolífera que es Rusia sufre este revés, los inversores parecen estar descontando que la oferta de crudo podría verse reducida en los próximos meses, lo cual es un apoyo alcista para los precios del barril.

Además, el jueves se ha conocido que China lanzará nuevas medidas de estímulo, como un incremento del déficit de cara a 2025 por parte del Estado, y nuevas bajadas de tipos, además de un recorte en las reservas de capital exigidas para la banca. Todo esto promete incrementar la liquidez disponible en la economía China, el segundo mayor consumidor de petróleo del planeta, sólo por detrás de Estados Unidos, y los inversores parecen estar descontando que esto servirá de apoyo para que la demanda del recurso energético no se desplome el año que viene.

Fuente