Su entrada en las islas choca con un control del combustible por parte de pocos operadores que deriva en precios elevados, por encima de la península. Los empresarios consideran que Competencia debe intervenir para que los precios bajen

Las gasolineras automáticas advierten a la CNMC de la falta de competencia y las trabas en Canarias

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 6 de julio 2023 | Actualizado 07/07/2023 02:00h. 

Las estaciones de servicio automáticas, que iniciaron su desembarco en el archipiélago en 2021, continúan su expansión en las islas aunque el proceso en sí está resultando bastante complicado. Aunque ya son varias las marcas que operan en el archipiélago -Fast Fuel, Petroprix y Plenoil, entre otras- su crecimiento se está viendo frenado por varias razones pero sobre todas destaca una: la falta de competencia a la hora de adquirir el producto, lo que encarece el precio.

Esta situación no se da en otros mercados, como la península, donde existe una red de CLH que permite abastecer en cualquier sitio y entre varios operadores. En el caso de las islas esta oferta se limita a tres operadores con terminal propia, que se abastecen a sí mismos (sus gasolineras, como es el caso de Disa) y a los que vienen de fuera, a los que no suelen ofrecer «condiciones ventajosas ni dar facilitades».

Esta situación ha llevado a la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) a advertir a la Comición Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre las dificultades que existen en Canarias para la libre competencia. «Realmente no es un mercado libre porque los que se encargan de la logística están limitando la oferta», indica el presidente de la Aesae, Manuel Jiménez, que denuncia que en las islas se está limitando la entrada de competidores en el mercado.

Jiménez indica que, por el momento, los planteamientos que se han hecho desde Aesae a la CNMC son «dudas» sobre lo que está ocurriendo en Canarias aunque valoran elevarlas al grado de queja. «Hemos tenido reuniones con ellos y nos han preguntado cómo está la situación en las islas. Por ahora no hemos sido agresivos pero quizás tengamos que elevar las dudas al grado de queja. Ahora estamos en un ‘impasse’ y valorándolo porque la realidad es que hay limitaciones y no hay suministro libre», indica Jiménez, que destaca la necesidad de que en las islas entren más operadores para que bajen los precios del combustible. «Todavía no hemos sido beligerantes pero entendemos que hay limitaciones que deberían corregirse», señala.

El combustible en Canarias es, sin los impuestos, más caro

En este sentido, Jiménez apuntaque los precios en las islas están por encima de lo que debería por las «condiciones ventajosas» que tienen los operadores. El combustible, según señala, en Canarias se paga más caro que en península si se quitan los impuestos, que en el archipiélago son inferiores. «Nuestro objetivo es abaratar el precio en las islas y hacer que los consumidores canarios tengan las mismas opciones que los de la península», dice. «Es la ley de la oferta y la demanda. A menos oferta, sube el producto», manifiesta.

Para Jiménez, la CNMC debe actuar en las islas para facilitar la entrada de nuevos operadores, como ellos, que ofrecen el litro de combustible hasta 20 céntimos más barato que otras marcas. Además, como indica su entrada provoca un ‘efecto derrama’ que deriva en que las estaciones de servicio próximas bajen sus precios para competir. «Somos necesarios para el consumidor y más en el entorno actual de subida de precios», indica. Jiménez señala que sus clientes más habituales son aquellos que tienen un presupuesto para el coche, que suelen ser 20 euros de media, no personas que acuden a llenar el tanque sea lo que sea. «En su mayoría son personas que van justos para llenar el tanque, tienen un presupuesto y de ahí no pasan», señala. En las estaciones automáticas las familias pueden ahorrarse entre 250 y 300 euros al año.

No es la primera vez que se pone en evidencia en las islas los altos precios derivados de una falta de competencia. Hace diez años fue la Cámara de Comercio de Gran Canaria la que elaboró un informe en este sentido que se elevó a la CNMC, que luego derivó la investigación al Servicio de Defensa de la Competencia de Canarias. Nunca hubo resultados.

Trabas de los ayuntamientos para impedir su instalación

Además de la falta de competencia, el presidente de la Aesae se queja de las trabas que se ponen a la instalación de las estaciones de servicio automáticas y que no se exigen para las tradicionales. En este punto, señala como uno de los argumentos de los municipios la seguridad. «La seguridad es una cuestión de normativa nacional y nosotros cumplimos. No se justifican que nos manden al extrarradio con esta disculpa», manifiesta.

La accesibilidad es otro de los argumentos que les dan. «Nuestras estaciones son accesibles y no hay barreras con lo que las personas con discapacidad pueden perfectamente repostar», manifiesta. En tercer lugar, Jiménez refuta el argumento de la «calidad». «Compramos el combustible en el mismo sitio que el resto. No hay opciones por mucho que algunos crean que vamos a un tanque especial a comprar producto malo», señala.

El presidente de la Aesae destaca que muchos de los argumentos que dan los ayuntamientos para impedir su entrada o ubicarlos en el extrarradio han sido tumbados por la Justicia. Este ha sido el caso de Baleares y Madrid, donde el Tribunal Supremo y el Tribunal Superior de Justicia, respectivamente, han tumbado exigencias de ordenanzas municipales que impedían la libertad de establecimiento.

Jiménez compara la situación de Canarias con la que se produjo hace unos años en Galicia, donde se pusieron numerosas trabas para impedir su entrada. «Empezamos poco a poco y Galicia es ahora la eclosión. En Canarias sucederá lo mismo», indica. La Aesae aspira una cuota de mercado del 50% respecto a las tradicionales. En las islas tienen actualmente un 1,7% en Santa Cruz de Tenerife y un 7,1% en Las Palmas.

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