Los últimos avances y la nueva tecnología revolucionan la carga de baterías para coches eléctricos. ¡60 veces más rápidas y recargas de apenas 10 minutos!

Las baterías para coches eléctricos siguen avanzando a pasos agigantados y sus resultados los veremos antes de lo que nos imaginamos. Esto, al menos, es lo que pretende una compañía israelí y una universidad australiana, quienes han conseguido abrir nuevas vías de investigación para ofrecer baterías mucho más duraderas y rápidas de recargar a escala en apenas tres años.

Tanto la duración de las recargas como la durabilidad de las baterías siguen siendo puntos críticos en el desarrollo de las mismas, pero también la capacidad que tienen para soportar repetidas cargas rápidas o un uso intensivo en el tiempo, con especial impacto de la meteorología. Sin embargo, los últimos avances pueden haber solucionado estos problemas.

NUEVAS BATERÍAS DE SILICIO

En primer lugar, la compañía israelí StoreDot asegura haber diseñado una batería de silicio después de tres años de desarrollo que les ha reportado hasta cinco patentes para su construcción. Sus datos señalan que estas baterías apenas necesitan recargas de 10 minutos para su llenado y gran parte de su secreto reside en que las células son cilíndricas, lo que permitiría conseguir reducir drásticamente estos tiempos de recarga.

Además, señalan que sus nuevos diseños han interesado a gigantes de la industria, con quienes están en conversaciones para la producción de estas baterías en masa, lo que será posible a partir de 2024 si todos los planes se cumplen.

NUEVAS BATERÍAS DE GRAFENO

El segundo gran avance relacionado con las baterías llega desde Australia. Allí, la Universidad de Queensland, en colaboración con Uniquest y el suministrador local de grafeno, han conseguido crear una batería formada por dicho material que soporta cargas 60 veces más veloces que las actuales y triplica su durabilidad, ofreciendo hasta 3.000 ciclos de carga.

La clave de estas baterías se encuentra en el material utilizado y es que el aluminio de grafeno permite densidades de energía y potencia mucho mayores que las baterías de iones de litio. Además, aseguran que estos nuevos componentes no presentan problemas de temperatura, por lo que se puede prescindir de sistemas de refrigeración auxiliares, ahorrando más peso y sufriendo menos en condiciones ambientales extremas. De igual manera, no confirman una posible producción en masa hasta 2024.  

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