La im­plan­ta­ción del coche eléc­trico obliga a las pe­tro­leras a com­petir con Iberdrola, Endesa y Naturgy
Lo que era una utopía hace cinco años, se ha con­ver­tido en una ob­se­sión en el sector

Sede de Repsol

Sede de Repso

A las pe­tro­leras no les ha que­dado otra que di­ver­si­ficar sus ne­go­cios ante las exi­gen­cias de Bruselas sobre la des­car­bo­ni­za­ción, las pre­siones del pre­si­dente en fun­ciones Pedro Sánchez en su apuesta por las ener­gías re­no­va­bles y el coche eléc­trico. Lo que era una utopía hace prác­ti­ca­mente cinco años se ha con­ver­tido en una ob­se­sión en el sec­tor. British Petroleum (BP) acaba de dar el paso para en­trar de lleno en la apuesta eléc­trica tras los mo­vi­mientos es­tra­té­gicos que han dado Repsol y Cepsa.

Las tres compañías que controlan el negocio petrolero en España han desembarcado en el sector eléctrico y en las renovables para competir con Iberdrola, Endesa y Naturgy. Lo que, en principio, suena poco menos que a experimento, se convertirá a futuro en una verdadera guerra comercial por el cliente.

Y es que, de ser un sector muy centrado en la exploración, el refino y el marketing, ha pasado a ser un conglomerado de actividades todas relacionadas con la energía. La implantación del vehículo eléctrico va a convertir las gasolineras en instalaciones multiservicios. En pocos años, habrá coches repostando combustibles y otros con recarga eléctrica.

Repsol acaba de inaugurar la segunda gasolinera de carga ultrarrápida en Abanto Zierbana (Vizcaya), con una potencia de 400 KW, tras una inversión de un millón de euros. La nueva infraestructura permite una recarga del 80% en tan solo seis minutos.

Este es el segundo punto que la petrolera que preside Antonio Brufau pone en marcha tras la instalación de otra infraestructura en Álava, con una potencia de 350 KW.

Repsol está trabajando en el desarrollo de una decena de proyectos de gasolineras con carga rápida que se añadirán a los 35 que ya tiene y otros de ultra-rápida que se instalarán en Madrid, Cataluña y Aragón en los próximos meses. El tiempo de una recarga rápida es de 30 minutos y en el de recarga básica entre cuatro y 14 horas.

Toque de atención de Teresa Ribera

La ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, le recordó hace unos meses al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que “no es inteligente negar la realidad medioambiental”, y las compañías han tomado nota y se han puesto a moverse en esa dirección.

Y es que tan a Repsol como a Cepsa y a BP no les ha quedado otra que entrar a competir con Iberdrola, Endesa y Naturgy. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 que el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ha presentado ante Bruselas, supone que las energías renovables representarán un 42% en el uso de energía final del país. En el caso de la generación eléctrica, el porcentaje de renovables en 2030 alcanzará el 74%.

Además, si Sánchez gana las elecciones del 10-N y logra formar gobierno, no se lo va a poner nada fácil al sector petrolero ante su intención de ir contra el consumo del diésel. La apuesta medioambiental del presidente en funciones hace presagiar un futuro incierto para Repsol, Cepsa, BP y la industria petroquímica en general. Por tanto, no tienen más remedio que diversificarse y abrir nuevas vías de negocio.

El cambio climático ha provocado que petroleras y eléctricas -hasta ahora con vidas paralelas en cuanto a empresas energéticas se refiere, pero diferenciadas por sus negocios-, pisen ya el mismo terreno y se disputen los grandes y pequeños clientes del kilovatio. La irrupción del coche eléctrico ha sido un elemento añadido para que las grandes multinacionales europeas como Shell, Total, BP y ENI se hayan iniciado igualmente en esta misma andadura.

Grandes rivales de las eléctricas

De momento, Repsol, Cepsa y ahora BP, aparecen como unos meros invitados en el negocio y no meten miedo, ya que tienen una cuota muy pequeña en el mercado mayorista y minorista de electricidad. Pero como en cualquier actividad, todo es cuestión de tiempo.

Las tres grandes eléctricas -Iberdrola, Endesa y Naturgy- saben que controlan más del 80% del negocio de comercialización y disponen de una distancia enorme. Esa ventaja no les garantiza su futuro, por lo que no ocultan su preocupación ante la irrupción de las tres petroleras. La red de gasolineras que poseen, su experiencia en marketing y el potencial económico las convierte en serios rivales del sector eléctrico.

Por un lado, la energética que preside Antonio Brufau ha comenzado el terreno por la base, es decir, comprando a Viesgo tres centrales hidroeléctricas, con una capacidad de generación de 700 megavatios, dos plantas de ciclo combinado de gas (1.648 MW), y la comercializadora de gas y electricidad con 750.000 clientes, por 750 millones de euros. Además, ha adquirido más de 300 megavatios a Forestalia, la misma empresa que ha vendido otros 300 megavatios a BP.

El objetivo del actual plan estratégico de Repsol es lograr en 2025 una cuota de mercado de gas y electricidad de más del 5% y unos 2,5 millones de clientes. Por tanto, su intención es quitar cerca de dos millones de clientes a Iberdrola, Endesa y Naturgy.

Hasta septiembre pasado, la petrolera tenía ya cerca de 950.000 clientes particulares de electricidad, lo que supone un 21% más que en noviembre de 2018, cuando adquirió Viesgo y heredó una cartera de 750.000 contratos.

Acuerdo con El Corte Inglés

La petrolera ha creado ya su propia filial de comercialización denominada Repsol Electricidad y Gas. En marzo pasado, la compañía firmó un acuerdo con El Corte Inglés por el que la energética oferta electricidad y gas a clientes de la cadena de grandes almacenes.

Los clientes que dispongan de la app de Repsol, denominada Waylet, pueden utilizarla en los centros del ECI como forma de pago. Además de las rebajas que ofrece en la nueva tarifa, los consumidores tienen descuentos en carburante.

Repsol Electricidad y Gas ha ganado también uno de los concursos de suministro eléctrico convocado por El Corte Inglés, convirtiéndose en el principal proveedor energético del grupo de distribución. Según el contrato, suministrará 21.600 MWh anuales.

Por su parte, Cepsa tiene la oferta Luz y Gas para pequeñas y medianas empresas que contraten luz hasta 15KW y 50.000 KW de gas al año. Este sistema cuenta con tres tipos de tarifas: fija, flexible y óptima. Con la fija, la empresa paga el mismo importe cada mes; la flexible permite pagar por el consumo de cada mes al mismo precio de la energía durante todo el año y con discriminación horaria; con la óptima, se paga cada mes la energía a precio de coste más un pequeño gasto de gestión.

A principios de año, la petrolera controlada por el fondo soberano Mubadala, de Abu Dabi, firmó con la compañía energética del país árabe, Masdar, un acuerdo de colaboración en energías renovables para proyectos en España y Portugal. Su objetivo es construir entre 500 y 600 megavatios de potencia en los próximos cinco años.

La compañía desarrolla actualmente un parque eólico en Jerez (Cádiz), con una capacidad instalada de 28,8MW, con una inversión de 35 millones de euros. Cepsa tiene además ocho plantas de cogeneración en Palos, San Roque y Tarragona, que suman 320 MW y una central de ciclo combinado de 388 MW en Campo de Gibraltar.

Respecto a BP, la compañía acaba de anunciar la compra de 300 megavatios a Forestalia, con lo que se incorporaría al negocio eléctrico. La petrolera tiene una participación en la comercializadora eléctrica Lightsource, a través de la cual se va a introducir en el mercado. De momento, ha invertido unos 200 millones de euros como primer paso, ya que su intención es ampliar su capacidad.