- Los países del entorno cuentan con un plan fiscal de choque ante la crisis
- Moncloa solo permite el aplazamiento y fraccionar, pero no exime
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. eE
Las medidas anunciadas ayer por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para paliar la debacle económica del coronavirus se suman a las reformas ya implementadas por el resto de lo países. Sin embargo, Moncloa rechaza todavía asumir un plan de choque fiscal que ayude a reactivar la economía tras la crisis, mientras los países del entorno cuentan con estas reformas como parte fundamental para la recuperación
De este modo, Italia va más allá que España en materia fiscal, suspendiendo el pago de las multas y de los controles de Hacienda, aunque de momento hasta julio. Además, mientras España no contempla rebajas fiscales, el plan italiano estudia reducir los impuestos a las empresas y los trabajadores más afectados. El país transalpino, además, tiene medidas específicas para pequeñas empresas, aumentando la asignación de un fondo de ayuda para las pymes que ya existe.
Inversión de 400.000 millones
Por su parte, Estados Unidos está listo para invertir 400.000 millones de dólares en medidas fiscales en la economía del país, para ayudar a mitigar el impacto económico del brote de coronavirus, según señaló el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow.
El proyecto de ley de 110 páginas ofrecerá ayudas a los consumidores y trabajadores afectados por el brote y fue aprobado por una mayoría de 363 votos a favor y 40 en contra. Como parte del estímulo fiscal, las medidas sobre la mesa incluyen distintas formas de ayuda. Entre ellas los trabajadores obtendrían hasta dos semanas de baja por enfermedad remunerada y hasta tres meses de baja médica y familiar remunerada durante la emergencia. Es importante recordar cómo en ese lado del Atlántico, un tercio de los empleados, especialmente aquellos con los ingresos salariales más bajos, no cuenta con baja por enfermedad remunerada.