• El Cordelia Moon busca destino en medio del fuego cruzado de Rusia y EEUU
  • El petróleo iba camino de la India, pero ahora nadie se hace cargo del envío
  • Los expertos aseguran que el petróleo ruso empieza a acumularse en el mar

 

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El Cordelia Moon, un gigante de acero de casi trescientos metros de eslora, flota sin destino, como un animal herido que no encuentra tierra firme donde reposar. Con cientos de miles de barriles de petróleo ruso a bordo, las aguas del Golfo de Kutch (donde se encuentra ahora mismo el petrolero, según información a la que ha tenido acceso elEconomista.es), al noroeste de la India, se han convertido en un espejo oscuro bajo la luz de la luna en el que los marineros del Cordelia se pueden mirar todas las noches como si el tiempo no pasara. A bordo, la tripulación probablemente se mueve con el nerviosismo de los marineros atrapados entre la inmensidad del mar y la incertidumbre del hombre. Este buque errante es el reflejo de la tensa relación entre grandes potencias: la lucha entre Rusia y EEUU, mientras que la India busca salir indemne y sacar tajada (económica) de este conflicto a través de un petróleo más barato. Estas relaciones son volátiles, cambian, se dan la vuelta, giran casi 180 grados y más tarde vuelven a su posición inicial. Este es el juego de la geopolítica.

El capitán Belov (de nacionalidad rusa) de este petrolero con bandera panameña debe estar pensando cuál puede ser el próximo movimiento después de más de una semana fondeados en las mismas coordenadas, sin recibir permiso para descargar el crudo ruso que rebosa en sus tanques. Cada día llegan mensajes contradictorios, pero por ahora parece que el crudo no llegará a su destino: las sanciones de Estados Unidos se están endureciendo e India no puede recibir la carga.

El Cordelia Moon no es el único barco en esta especie de limbo marítimo. En las últimas semanas, los petroleros con bandera panameña, liberiana o de conveniencia se han convertido en sombras errantes. Sus nombres apenas se susurraban en los puertos. Son embarcaciones fantasmas (forman parte de la flota fantasma ruso), evitadas por unos y perseguidas por otros, atrapadas en una guerra sin cañones ni explosiones, pero igual de despiadada: la guerra de las sanciones.

Estas son las consecuencias del último latigazo de la Administración Biden al petróleo ruso y las expectativas de unas sanciones más duras (y posibles represalias del nuevo presidente de EEUU) que han vuelto a dejar una de esas estampas tan observadas cada vez que Occidente ha endurecido las sanciones contra este comercio tan lucrativo para Moscú: la de un gran petrolero haciendo erráticos movimientos frente a una línea costera. En este caso, frente a las costas de una India que vacila entre lo rentable que le ha sido comprar un petróleo más barato a Moscú y el peligro de no seguir los dictados de EEUU. Una imagen anecdótica, pero muy reveladora de lo que está ocurriendo y de la difícil posición de Nueva Delhi.

El choque entre grandes potencias

Detrás de todo esto se encuentra el choque de dos potencias, EEUU (la primera potencia del mundo) y Rusia (una potencia militar y regional), y los sutiles movimientos de equilibrista de la India (potencia emergente que tiene cada vez un mayor peso), que intenta no enfadar a EEUU mientras que sigue consumiendo el ‘barato’ y sancionado petróleo ruso. El petrolero Cordelia Moon, con crudo en sus tripas de un productor ruso recientemente sancionado por EEUU, lleva dos días ‘divagando’ frente a la costa occidental de la India, lo que ha levantado las dudas de si las autoridades del país del sur de Asia permitirán que el buque entregue su carga. En un principio, el petrolero tenía previsto descargar en Vadinar, en la costa occidental de la India, el 9 de febrero, tras cargar cerca de un millón de barriles de crudo de los Urales desde el puerto ruso de Novorossiysk, en el Mar Negro, entre el 10 y el 12 de enero, según la información sobre transporte marítimo consultada por Bloomberg.

Aunque el buque no figura entre los 161 petroleros que la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU incluyó en su lista negra el mes pasado, el dueño de la carga es Surgutneftegas, uno de los dos productores rusos sancionados por EEUU el pasado 10 de enero, en la última andanada de la Administración Biden antes de que Donald Trump recuperara el poder.

 

Este cargamento supone la primera llegada observada de barriles de Surgutneftegas puestos a bordo después de la prohibición impuesta en enero. Todo apunta a que la estampa se repetirá en los próximos días o semanas, ya que se espera la llegada de al menos cuatro petroleros más y también está en camino otro buque con petróleo de Gazprom Neft, el otro productor ruso sancionado por EEUU.

En el paso de la anécdota a categoría, la postal del Cordelia Moon ‘dibujando círculos’ sobre las aguas es un indicio de que el petróleo ruso se está reteniendo en lugar de entregarse, lo que aumenta la perspectiva de nuevas interrupciones, con el efecto que eso pueda tener en el comercio y los precios. Ahora mismo, millones de barriles de crudo procedentes del este de Rusia se encuentran en petroleros, según muestra el seguimiento de buques recopilado por Bloomberg.

Desde Nueva Delhi han optado por la prudencia (otras veces fue más clara). Sin entrar en muchos detalles, el secretario de Petróleo de la India, Pankaj Jain, ha dicho que los cargamentos de las empresas sancionadas no serían aceptados si se embarcaron después del 10 de enero al tiempo que ha asegurado desconocer la existencia del Cordelia Moon.

Las refinerías de petróleo de la India están buscando todas las opciones disponibles en su afán por compensar los flujos rusos afectados por la última ronda de sanciones de Washington, recurriendo al mercado spot (mercado físico) mientras buscan simultáneamente suministros a más largo plazo de los productores de Oriente Medio. Los procesadores estatales han emitido una serie de licitaciones spot en las últimas semanas, comprando petróleo de todos los rincones del mundo, incluidos Oriente Medio, África y Estados Unidos. Algunos cargamentos están programados para entregarse ya este febrero, lo que indica la urgencia de reemplazar los flujos rusos de los que la India se ha vuelto dependiente.

 

El petróleo ruso busca destino

La prisa contrasta con los comentarios de altos funcionarios del gobierno, que han sugerido repetidamente su confianza en que el crudo ruso seguirá fluyendo una vez que Moscú reúna su flota en la sombra y evite la larga lista de medidas anunciadas a principios de este mes. A medida que las empresas indias comienzan las conversaciones con Arabia Saudí y Abu Dhabi, los operadores dicen que las discusiones entre las refinerías y los productores de la OPEP serán tensas. Los compradores están volviendo efectivamente a los proveedores de largo plazo después de dos años de priorizar oportunistamente el crudo ruso con descuento. La India no quiere enfadar a Rusia ni a EEUU, un equilibrio complejo que puede terminar enfadando a ambos, pero que si sale bien será un grandísimo éxito de la diplomacia india.

Washington no podrá hacer cumplir todas las sanciones a los comerciantes, los petroleros rusos y la flota que opera con diferentes banderas, pero el temor de las refinerías a enredarse en medidas punitivas podría dejar a India luchando por reemplazar hasta 1,8 millones de barriles diarios de flujos de crudo ruso, o un tercio de las importaciones totales del país. Es una tarea difícil incluso en un mercado de petróleo físico bien abastecido, dicen los comerciantes. Aramco está en conversaciones de suministro con las refinerías indias para las ventas del año fiscal 2025-2026, según han revelado los comerciantes a la agencia Bloomberg. También se ha contactado a Adnoc (Emiratos Árabes Unidos), y al menos una refinería estatal busca más cargamentos de la compañía, dijo uno de los comerciantes.

El ministro de Petróleo, Hardeep Singh Puri, sugirió hace unos días que la India podría recibir más petróleo de EEUU, citando los planes de la administración Trump para aumentar la producción. También señaló que las compañías petroleras indias firmarían un pacto con Argentina, un plan que los comerciantes descartan, argumentando que está lejos de producir crudo.

«Estamos en el mercado para quien pueda suministrar», aseguraba Puri al margen de un evento de la industria a principios de esta semana. Rusia se clasificó como el proveedor de petróleo número uno de la India por volumen el año pasado, según la firma de análisis Kpler, superando a Irak y Arabia Saudí por el primer puesto. Esta es una marcada diferencia con respecto a 2021, antes de la guerra, cuando Irak, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos eran los tres mayores proveedores de la India. Los flujos desde Rusia fueron cercanos a cero.

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