La polémica vuelve a la primera plana. El denominado Impuesto al diésel, que el Gobierno de Pedro Sánchez siempre contempló en sus presupuestos iniciales, podría ser la solución en Europa para el impulso definitivo al coche eléctrico.

22 de octubre de 2024 (10:50 CET)

Un nuevo Impuesto al diésel sobrevuela ya en Europa para penalizar su uso frente al coche eléctricoUn nuevo Impuesto al diésel sobrevuela ya en Europa para penalizar su uso frente al coche eléctrico

Si creíamos ya olvidado el conocido hace tres años como nuevo Impuesto al diésel, al menos ya en España, puede terminar siendo una realidad en algún país europeo, como Alemania, que ya debate el modo de lograr impulsar a un coche eléctrico que no termina de acelerar comercialmente y que está causando el pánico en una industria que empieza a temer por su número de fábricas y empleo, como ya han advertido Volkswagen Stellantis, y por la próxima prohibición contemplada por la UE para la venta de coches de combustión en 2035 y que han llevado incluso al CEO de BMW ha pedir con urgencia su eliminación o prórroga por la supervivencia del sector.

Ante esa convulsa realidad, el conocido como Impuesto al diésel, consistente realmente en eliminar sus históricas bonificaciones al combustible para equiparar en el mercado su precio realmente al de la gasolina, y por tanto penalizarle, vuelve a sobrevolar como medida de actuación en Europa. En España ya se vislumbró, pero ¿por qué finalmente no se aprobó?

España descartó finalmente el Impuesto al diésel, ¿por qué?

Contemplado ya en los primeros Presupuestos Generales del Gobierno socialista de Pedro Sánchez, este denominado Impuesto al diésel fue incluido de hecho en el Plan de Recuperación del Gobierno que España presentó ante la UE para obtener nuevos fondos de ayuda europeos. Desde Bruselas se dio el visto bueno, junto al plan no olvidemos de pagar por el uso de las carreteras, e incluso se fijó una fecha de entrada en vigor, para el 30 de junio de 2022.

El Gobierno subirá el precio del diésel y la gasolina y creará un nuevo impuesto al uso del coche. Foto: Cordon Press.El Gobierno contempló el Impuesto al Diésel en los primeros Presupuestos Generales y en el Plan de Recuperación enviado a Bruselas. Foto: Cordon Press.

La medida, documentada ya “oficialmente” en la reforma 4 (C28.R4) del Plan de Recuperación, bajo el título “Reforma de medidas fiscales para contribuir a la transición ecológica” y con el apartado textual de “revisión de los subsidios a los combustibles fósiles” finalmente se descartó ante la crisis generada por una guerra de Rusia en Ucrania y un posterior alza de los combustibles que terminó asfixiando al sector del transporte. El propio secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, terminó en otoño de 2022 por asegurar que “no es el momento de entrar en la tributación de los productos energéticos, con toda la incertidumbre que tenemos”.

Y así, por tanto, se tumbó una polémica iniciativa que preveía, inicialmente, en gravar con hasta 3,8 céntimos de euro más el litro de gasóleo A en su equiparación al precio de la gasolina. Sin embargo, tras casi dos años sin escuchar este denominado Impuesto al diésel en la actualidad informativo, hoy volvemos a esta medida que sobrevuela de nuevo en Europa.

Alemania estudia tramitar un Impuesto al diésel para aumentar las ayudas a los coches eléctricos

Y es que el Consejo Federal de Alemania ha pedido ya oficialmente la devolución de la prima de los coches eléctricos, unas ayudas que se eliminaron en el país y han terminado por hundir las matriculaciones de los vehículos de cero emisiones, con caídas de más del 50 por ciento en 2024, mediante nuevos fondos que podrían llegar a través de un aumento en los impuestos al diésel. Tal y como cuentan hoy nuestros compañeros alemanes de Auto Motor und Sport, la medida sería muy similar a la estudiada en su día por España.

Coche eléctrico vs diésel, gasolina y gas: ¿con cuál gastas más al recorrer 100 kilómetros? Fotos: iStock.
El Consejo Federal de Alemania pide introducir un Impuesto al Diésel para subvencionar la venta de coches eléctricos.

 

Varios estados federales de Alemania, como los de Bajas Sajonia, Sarre o Hesse, han sido los impulsores de esta medida que pretende reintroducir las ayudas a la compra de coches eléctricos mediante este nuevo gravamen al diésel. La propuesta ya ha llegado al Gobierno Federal, que ahora deberá estudiar y aprobar su posterior tramitación o no, proponiendo por tanto la elevación gradual de la fiscalidad al gasóleo hasta alcanzar el nivel de los motores de gasolina.

Alemania se comprometió a alcanzar un objetivo de 15 millones de coches eléctricos en el año 2030, y la realidad es que estas cifras están ahora muy alejadas tras el colapso que ha tenido su mercado tras la eliminación de las ayudas a la compra de los coches con esta tecnología. Para ello, «es necesario un esfuerzo especial«, dice directamente el documento enviado por el Consejo Federal.

Las subvenciones al diésel cuestan al estado casi el triple que los bonos a coches eléctricos

Según ha expresado además la Agencia Federal de Medio Ambiente, el denominado privilegio del diésel cuesta al estado alemán unos 9.600 millones de euros al año, mientras que el bono medioambiental que promocionó en 2022 la venta de hasta 820.000 coches eléctricos e híbridos ascendió a un volumen total de 3.400 millones de euros.

Nuevo Impuesto al diésel y a la gasolina, el Gobierno recuperará los 20 céntimos que subvencionó
El Impuesto al diésel pretendía en España gravar con 3,8 céntimos de euro el litro de gasóleo para equiparar su precio a la gasolina.

La realidad de la que alerta hoy el Consejo Federal es que, durante este año 2024, Alemania tiene en circulación a un total de 14,1 millones de coches diésel por solo 1,52 millones de coches eléctricos circulando por sus carreteras. El número de vehículos híbridos enchufables, por su parte, permanece ahora mismo en algo menos de un millón. Aunque la moción del Consejo Federal no genera de momento ninguna obligación ni plazo para el Gobierno alemán, si está abriendo un importante debate en un país que necesita reducir el número de vehículos diésel y aumentar el de eléctricos, pero que se enfrenta al mismo tiempo a un gran reto sociopolítico de grandes consecuencias económicas para la población.

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