VIGO CIUDAD

La asociación de estaciones de servicio firma un convenio con el Grupo Alvariño para planificar la transición energética

XOAN CARLOS GIL
L.C. LLERA 

El coche eléctrico es por ahora poco habitual, casi testimonial, pero se avecina un importante incremento de ventas y el grupo PSA y el CTAG se están preparando para ello. En los aparcamientos subterráneos cada vez existen más plazas con enchufes para recargar vehículos de este tipo. Las gasolineras también han comenzado a tomar posiciones. La existencia de electrolineras en la provincia es aún anecdótica, a pesar de que Vigo fue una de las ciudades pioneras en el sector. La tendencia puede ahora empezar a cambiar.

El presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, Benigno Redondo, que representa a 86 gasolineras de la provincia y preside también la asociación gallega, con 300 establecimientos, firmó ayer en la Cámara de Comercio de Vigo un convenio con el empresario José Manuel Fernández Alvariño por el cual la firma Galvin (Grupo Alvariño) ofrecerá, entre otros servicios, asesoramiento a los dueños de las gasolineras para que puedan montar sus electrolineras.

Redondo reconoce que «por ahora no es rentable porque hay pocos coches eléctricos, pero hay que estar ahí. Yo acabo de poner en marcha en Poio un poste de recarga rápido y va a entrar en funcionamiento en quince días. Me están preparando el software», señala a modo de ejemplo. La inversión le ha supuesto un desembolso de 30.000 euros. El presidente de los empresarios de estaciones de servicio de Pontevedra dice que el sector se está preparando para la transición ecológica y cada vez se van a incorporar a las gasolineras otras fuentes de energía alternativas, como la electricidad, el gas o el hidrógeno.

Voltfer es la consultora del Grupo Alvariño que va a proporcionar a las estaciones de servicio de la provincia sus servicios de consultoría en materia de eficiencia energética, en condiciones preferentes para todas las empresas integradas en la asociación. El objetivo es «contribuir a una mejor adaptación a las nuevas exigencias derivadas de los planes de transición energética». José Manuel Fernández Alvariño señala que la propuesta consiste en instalar postes de electrolineras alimentados con energía fotovoltaica. «Con los nuevos cargadores de recarga rápida, en diez o veinte minutos tienes el coche recargado», señala el empresario, que explica que durante ese tiempo el cliente puede ir a la cafetería o al súper.

En el año 2010, Vigo fue una ciudad pionera en la creación de una electrolinera. El grupo Cíes Solar y Blue Mobility instalaron dos postes de recarga en la estación de servicio del Chousal, en la avenida de Ricardo Mella. Para ello montaron paneles solares que ocupan toda la marquesina de la gasolinera. Uno de los socios, Rubén López, aseguraba entonces: «Hay que pensar que es un planteamiento de futuro». Pero Cíes Solar no llegó a ese futuro y quebró. Luego la gasolinera vio que los paneles solares no bajaban la factura de la luz y tuvo que cambiar de compañía fotovoltaica. Conchi Seijo, encargada de la estación, señala que «en casi diez años recuerdo solo tres clientes de la electrolinera. Rememora que uno de ellos fue un coche que habían alquilado unos turistas en el aeropuerto de Vigo. Fueron a Pontevedra de visita y a Baiona y «al volver tuvieron que para a cargar la batería aquí porque no llegaban al aeropuerto». Ahora, la electrolinera no funciona desde hace un año porque ninguna empresa se ha hecho cargo de los postes una vez que fueron abandonados por Cíes Solar.

Puri Borrajo recuerda que, una vez que se marchó la empresa que explotaba el poste, se mantuvo durante un tiempo la posibilidad de recargar enchufando el coche sin usar tarjeta de pago. «Pagaba en caja un euro y podía estar recargando una hora», señala la trabajaroa. Hay que tener en cuenta que la instalación de Ricardo Mella fue una de las primeras que se hicieron en España, por lo que la velocidad de recarga era muy lenta. «Se tardaban ocho horas en recargar toda la batería», señala Puri, que lleva veinte años en la estación de servicio. Este empleada asegura que «al cabo del mes venían dos coches a repostar energía eléctrica». Este volumen sigue siendo ínfimo. Por eso Conchi Seijo se muestra escéptica respecto al futuro que puedan tener estas instalaciones. «Hay muy pocos coches eléctricos y los que hay son de empresas que los utilizan para uso interno, como en PSA, o para reparto». Seijo señala que hoy en día «no es posible llegar a Madrid desde Vigo con un coche eléctrico y no hay medios para recargarlo. Hay que pensar que si pones la calefacción o la radio ,eso también consume la batería y va bajando rápido».