- El refino ha estado presionando los precios al alza subiendo márgenes
- Las refinerías no daban abasto durante 2021 y 2022 por falta de inversión
- En 2023 y 2024 se incrementa la capacidad al mayor ritmo en 45 años
Atardecer en una refinería de petróleo. Foto de iStock
Las refinerías han sido uno de los grandes cuellos de botella de los últimos dos años. El precio de la gasolina o el diésel ha subido con intensidad, y esta vez no ha sido solo por el alza del petróleo (que también), sino que también ha influido, y mucho, el mayor crack spread (margen de refino) de unas refinerías que no daban abasto para procesar tanta demanda de combustibles. Esta situación se está revirtiendo ahora y podría ser una gran noticia para los consumidores. Al menos por el lado de las refinerías, el precio de los combustibles sufrirá una presión a la baja en los próximos meses.
En varias partes del mundo se están construyendo nuevas refinerías y ampliando las antiguas a una velocidad no vista en casi dos generaciones. Puede sonar contradictorio dados los esfuerzos para aliviar la emergencia climática, pero la demanda de petróleo continúa creciendo y, para adaptarse a eso, las compañías petroleras están nuevamente invirtiendo miles de millones de dólares en nuevas refinerías, asegura Javier Blas, columnista de Bloomberg.
Con el barril de petróleo Brent (de referencia global) en los 81 dólares y los márgenes de las refinerías cayendo, Blas espera que el precio de los combustibles se modere, lo que supondría una gran noticia para los bancos centrales que se encuentran inmersos en una feroz lucha contra la inflación. Este descenso del precio de los combustibles tendría el mismo efecto que tiene la lluvia inesperada cuando los bomberos luchan contra un incendio.
Los futuros de petróleo se mantienen en niveles relativamente altos, pero muy lejos de los 130 dólares que alcanzaron al comienzo de la guerra de Ucrania. Aunque el crudo ha moderado sus precios con intensidad, la transmisión a la gasolina o el diésel no ha sido muy directa ante la fortaleza del dólar y los elevados márgenes de las refinerías (llegaron a alcanzar los 80 dólares por barril). Ahora, ambos factores pueden pasar de agravante de la inflación a alivio.
Los márgenes de refino ya han caído con intensidad en los últimos meses, según revelan los datos de la Agencia Internacional de la Energía. De los 80 dólares por barril (de margen) de ciertos periodos de 2022, se ha pasado a los 20-30 dólares crack spread en el caso del diésel europeo. En el caso de la gasolina, el margen llegó a tocar los 60 dólares el año pasado, frente a los 25 dólares actuales, siempre según los datos de la AIE.
Es el mayor crecimiento de capacidad de refino en 45 años
Desde el banco de inversión RBC Capital Markets estiman que la capacidad de refino global neta aumentará en 1,5 millones de barriles por día este año y en otros 2,4 millones el próximo año. El impulso combinado de 2023-24 es el mayor aumento de dos años en la capacidad de refinación global neta en 45 años, según el banco.
Este incremento drástico de la capacidad de refino es, en parte, una casualidad: los proyectos de refinería se retrasaron debido a la pandemia. Muchos de ellos ahora se están retomando simultáneamente en lugares como Kuwait, Nigeria, México y China. Casualidad o no, el aumento, sin embargo, marca un cambio para la industria petrolera. En 2021, la capacidad de refino global neta cayó por primera vez en 30 años, cuando la pandemia obligó a cerrar algunas plantas.
También en EEUU
Exxon Mobil es una de las empresas que ha puesto en marcha la expansión de su capacidad de refino en la planta de Beaumont, Texas. Con 250.000 barriles por día de capacidad extra, que es el mayor incremento en EEUU en más de 10 años.
Las nuevas plantas de refino están comenzando a impactar en los márgenes de refino de crudo en combustibles cotidianos. La nueva capacidad incrementa la competencia, a lo que hay que sumar focos de debilidad en la demanda. «El resultado es una caída significativa en los márgenes de refino en las últimas semanas», asegura Blas.
Otro factor que está presionando a la baja los márgenes: las refinerías rusas siguen operando a tasas altas a pesar de las sanciones occidentales, desafiando todos los analistas que vaticinaron una reducción del refino de petróleo tras la entrada en vigor de las sanciones. En cambio, las refinerías rusas han encontrado nuevos puntos de venta en Asia, Oriente Medio, África y América Latina.
«En el futuro, incluso si el crecimiento de la demanda de petróleo y productos se mantiene fuerte en 2023 y 2024, es poco probable que las refinerías repitan los márgenes supercargados del año pasado. Según los patrones históricos no habrá colapso, pero aún así, la caída dolerá», explica Javier Blas.
Son malas noticias para las grandes petroleras, puesto que compañías como Exxon, Chevron y Shell manejan grandes negocios de refino… Pero para los consumidores y los banqueros centrales, el aumento en la capacidad de refino ofrece un alivio bienvenido en el frente de la inflación, aunque no tanto en cuestión climática», sentencia Blas en su columna en Bloomberg.