El ladrón, encapuchado, entró pasadas las siete de la mañana en la estación de la avenida del Transporte. Un cómplice le esperaba en un coche

 

 

OLAYA SUÁREZ GIJÓN.

Nuevo robo en una gasolinera en Gijón. La estación de servicio de la avenida del Transporte, en Tremañes, fue escenario a primera hora de la mañana de ayer de un robo con intimidación. Los hechos ocurrieron poco después de las siete de la mañana. Un individuo accedió a la instalación ocultando su rostro y armado con un cuchillo. Sacó el arma blanca y amenazó con ella a la empleada que en ese momento se encontraba detrás del mostrador. La obligó a entregarle la recaudación de la caja registradora y huyó a bordo de un vehículo en el que le esperaba fuera un compinche.

El robo quedó registrado por el circuito de grabación de las cámaras de seguridad de la gasolinera. La Policía Nacional busca a los asaltantes y trata de averiguar si pueden estar relacionados con otros robos con el mismo modus operandi ocurridos en las últimas semanas en la región.

El asalto a mano armada en la gasolinera de Tremañes no es un hecho aislado en el gremio. Desde enero han sido atracadas otra estación de servicio de Tremañes y también otra en Mareo, muy próxima a la autovía minera. Hubo además otro intento frustrado en una gasolinera en La Calzada. En esas ocasiones, los ladrones utilizaron pistolas para amedrentar a las víctimas.

«Estamos desesperados»

Los agentes de la Comisaría de Gijón buscan también a los ladrones que en la última semana han perpetrado tres robos a punta de navaja en el mismo estanco en la avenida de Galicia, en El Natahoyo. «Estamos ya desesperados, además de las tres veces que nos entraron a robar la semana pasada, sufrimos otro asalto en abril… Hemos contratado seguridad y también una caja de autocobro para no tener dinero en efectivo, a ver si así conseguimos disuadir a los ladrones», comenta Juan Ramón Simón, propietario del negocio. Los investigadores consideran que se trata de dos individuos que han cometido los tres asaltos con una diferencia de cinco días. El primero ocurrió el domingo, día 12, y el último el viernes. En los tres casos entraron a plena luz del día y amenazaron a las empleadas con una navaja de grandes dimensiones. El botín de los robos asciende a unos 2.000 euros.

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