La patronal entiende que el suministro está garantizado a corto plazo, salvo casos puntuales, pero advierte del daño que provocará la crisis
Manuel Herrera
23·03·22 | 07:53 | Actualizado a las 09:30
La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) considera que el alza de los precios pone a un porcentaje de las gasolineras “en peligro de extinción”, especialmente a aquellas que se encuentran en las zonas rurales de la llamada España Vaciada. Es decir, el mensaje apunta directamente a Zamora.
El autor de ese augurio es el director general del colectivo, Nacho Rabadán, que recuerda que muchos de los negocios del sector no dejan de ser pymes familiares que “se sacan un sueldo” ajustado a la normalidad. En esa línea, Rabadán explica que las subidas de las últimas semanas no solo han tensionado a los clientes; también han hecho mella en los responsables de unas gasolineras que procuran “no trasladar del todo el incremento de los costes a los usuarios”. “Lo que ocurre es que, con aumentos con los que hemos tenido en las últimas semanas, esa decisión ha provocado problemas en determinadas estaciones”, aclara el representante de la confederación. 9.000 euros de subida en dos días.
El representante de las gasolineras ejemplifica su punto de vista con una teoría sobre el tamaño de las cisternas que utilizan las estaciones para almacenar el combustible y la capacidad que tiene un vehículo utilitario: “Si un coche cuenta con un depósito de 50 litros y se nota la subida al pagar, nuestro espacio de almacenamiento es de 50.000”, expone Rabadán, que habla de diferencias de 9.000 euros a la hora de abonar el suministro en una misma semana. Si existe un desfase entre el incremento que perciben las estaciones y el que le trasladan al cliente, en estos márgenes, la situación se puede complicar: “Si se les suben los costes y siguen aumentando las exigencias medioambientales, nos vamos a encontrar con un problema que también es generacional”, asume el director general de la confederación. “Esto es como con los toreros, que tu familia no quiere que te metas en eso. Y aquí pasa igual”, apunta Rabadán. El problema de fondo es el abandono de terminales que ya se percibe en determinadas carreteras secundarias y que se podría intensificar en los próximos años dentro del medio rural. El representante de las gasolineras considera que esa reducción de puntos de repostaje abriría una brecha mayor entre el campo y la ciudad. “Si cierran todas las gasolineras de la zona, esa puede ser la carta de defunción de una comarca”, insiste Rabadán, que explica que “ya hay personas que tienen que hacer 40 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para ir a repostar”. “¿Cómo les explicas que pronto van a tener que hacer 120?”. Es algo muy difícil y que la administración a todos los niveles va a tener que afrontar, porque hay que garantizar el derecho a una movilidad justa y a la igualdad entre territorios”, reflexiona el director general de la confederación.
En cuanto a los problemas de suministros que advierten desde algunos puntos de España por el paro de los transportistas, Nacho Rabadán considera que, “en principio, no debería haber problemas, más allá de cuestiones muy concretas”. “Intuíamos que podía pasar algo así y ya estábamos haciendo los deberes”, confirma el representante del sector, que afirma que los canales y proveedores habituales “garantizan el suministro a día de hoy”. La incertidumbre Ese último matiz esconde la incertidumbre que provoca un escenario tan revuelto. Rabadán recuerda que las gasolineras de lugares como Zamora capital o Benavente se ven obligadas a aprovisionarse diariamente o, al menos, una vez cada dos días, por lo que cualquier frenazo a la cadena pondría en jaque su actividad. En el caso de las terminales más periféricas, aquellas que están situadas en las comarcas rurales y alejadas de las principales arterias de comunicación por carretera, la periodicidad en la llegada del suministro puede ser tan solo semanal.»
Fuente: laopiniondezamora.es