• La falta de incentivos y la incertidumbre por parte de los clientes también afecta
  • Los modelos híbridos enchufables pierden casi cinco puntos y mantienen el 61,7%
  • Los híbridos no enchufables son los que menos pierden y sitúan su valor en el 71,8%

 

Punto de recarga de vehículo eléctrico
Punto de recarga de vehículo eléctrico. Foto: Europa Press
 

La transformación de la industria del automóvil hacia el vehículo eléctrico está siendo lenta y costosa. El desarrollo de la tecnología eléctrica evoluciona con rapidez, pero la demanda no acompaña. Tan es así que la tecnología híbrida no enchufable (HEV, por sus siglas en inglés) fue la más demandada en el mercado español en 2024, con una cuota de mercado que alcanzó el 32,3% del total de las matriculaciones.

Lo cierto es que la escasa demanda del vehículo eléctrico lleva aparejadas otras vicisitudes, como el descenso de su valor residual. En el último año, el valor residual del vehículo eléctrico transcurridos 36 meses desde su matriculación ha caído en cuatro puntos porcentuales, hasta alcanzar el 48,9%, según datos del índice Ganvam-DAT para elEconomista.es. Es decir, un modelo eléctrico con tres años de antigüedad pierde más de la mitad de su valor. Este dato también supone más de 10 puntos menos en comparación con enero de 2023 y situarlo en mínimos históricos.

La explicación de este descenso obedece a diversas causas. Por un lado, la tecnología eléctrica evoluciona rápidamente en comparación con sus homólogos de combustión. Esto permite a las automovilísticas ofrecer modelos más baratos, como por ejemplo a través de las baterías de ferrofosfato de litio (LFP). De hecho, esta tecnología ha sido la que ha adoptado grupos como Volkswagen, Stellantis o Renault. El propio grupo Stellantis levantará de la mano del gigante chino CATL una gigafactoría en la que se utilizarán estas baterías en Zaragoza. Por otro, existe una incertidumbre regulatoria importante. Este mismo año los fabricantes no podrán exceder los 93,6 gramos por kilómetro de CO2 en sus matriculaciones. En caso de no cumplir, las automovilísticas se enfrentan a multas multimillonarias que podrían alcanzar los 15.000 millones de euros.

Poco mercado y el efecto Tesla

Pero hay otros dos factores que también hay que reseñar. De una parte, el mercado del vehículo eléctrico se ha estancado. Los principales mercados del Viejo Continente han retirado los incentivos a la compra de estos modelos.

De otra, Tesla, la automovilística líder en ventas de este tipo de vehículos, se ha caracterizado por aplicar una constante reducción en los precios. Una situación que le permite a la compañía elevar su cuota de mercado, pero no conseguir los objetivos que pone su consejero delegado, Elon Musk. Si en 2022 y 2023 la firma no alcanzó las metas que exigía el magnate trumpista, en 2024 sufrió su primer recorte mundial en ventas en una década. Y no será por no haber llevado a cabo reducciones en sus precios. En el mercado español, Tesla inició a mediados del año pasado un programa de incentivos, denominado Tesla Boost y que sigue vigente, con el que se podían añadir unos descuentos de 3.290 euros a las ayudas del Moves III y a la deducción del 15% en el IRPF. En enero, las ventas de Tesla en los principales mercados europeos han caído a doble dígito, con un descenso del 75,5% en España y 268 entregas. En cuanto a la depreciación,el Tesla Model 3 de gran autonomía y con tracción a las cuatro ruedas tiene el valor residual más bajo de los últimos cuatro años, con un 59,7%.

La caída en el valor residual de los modelos eléctricos también afecta al negocio de las empresas de rent a car. Esta merma provocó que hace un año Hertz anunciase que vendería un tercio de su flota en EEUU y lo reinvertiría en modelos térmicos.

 

Además, el precio medio de los vehículos eléctricos de ocasión continúa disminuyendo rápidamente, en contraste con un notable aumento de las ventas generales. Tras registrar una caída del 5,7% el año pasado, este año el descenso fue aún más pronunciado, alcanzando un 8,1%. Como resultado, el precio promedio se sitúa en 31.990 euros, según el informe anual ElecticarVO.

Los híbridos enchufables pierden casi cinco puntos

La situación no es más boyante para los modeloos híbridos enchufables. Este tipo de vehículos pierden transcurridos tres años desde su compra casi cinco puntos en comparación con enero de 2024. Así, el valor residual de los vehículos híbridos enchufables se sitúa en el 61,7%. En 2024 se matricularon en España un total de 59.707 vehículos enchufables, un 5% menos en comparación con el ejercicio anterior, según datos de la patronal de fabricantes (Anfac). La cuota de mercado de estos modelos en el mercado español al cierre de 2024 era del 4,8%, casi un punto menos que en 2023.

Esto los sitúa como la tecnología con menor valor residual de todas las que se ofrecen. Tanto que incluso los modelos diésel mantienen el 64,4% de su valor después de 36 meses. La tecnología diésel acaparó el año pasado el 23% de las entregas, hasta matricular 281.067 unidades, un 1,8% más que en 2023.

Los híbridos no enchufables, los más valiosos

Pero la tecnología que mantiene más valor transcurridos tres años desde su compra es la híbrida no enchufable. Este tipo de modelos mantiene el 71,8% de su valor residual después de 36 meses. Pese a ello, su valor se ha recortado casi un punto en comparación con enero de 2024.

 

Los modelos híbridos no enchufables fueron los más comercializados durante el año pasado en España. Las ventas de este tipo de modelos han acaparado el 32,3% del total de las matriculaciones del mercado.

Por último, los segundos modelos con un mayor valor residual son los de gasolina. Los vehículos propulsados por esta mecánica mantienen el 68,3% de su valor residual tres años después de su primera matriculación, 4,6 puntos menos frente a enero de 2024. Las ventas de modelos de gasolina en España durante el año pasado se recortaron un 1,7%, hasta situarlas en las 386.378 unidades, lo que equivale a una cuota de mercado del 31,6%.

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