Esto es, que no tiene sentido que el diésel tenga un beneficio fiscal sobre la gasolina cuando lo que se busca justamente es reducir las emisiones. Y es que estas modificaciones impositivas, las que promueve el FMI y estudian los expertos de Montero, se enmarcan en lo que se denomina como fiscalidad verde y que busca elevar los ingresos tributarios penalizando los comportamientos y actividades más contaminantes.
Fuente: elmundo.es
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