• El nuevo primer ministro de Bélgica abolirá la ley de desconexión
  • En Alemania la favorita en las encuestas para las elecciones defendió el retorno nuclear
  • Los países que apoyan la nuclear siguen siendo pocos: Países Bajos, Polonia, República Checa… etc

Bélgica al fin tiene un nuevo gobierno y, su ascenso al poder marca un giro de 180 grados en el que fuera uno de los grandes bastiones ‘anti nucleares’ del Viejo Continente. En un acuerdo que ha implicado negociaciones entre los cinco principales partidos políticos del país, el nuevo primer ministro, Bart De Wever, ha confirmado un pacto con el que revivir la economía del país con una reforma del mercado laboral, de las pensiones, un plan de producción industrial, reducciones de impuestos… pero también con una reforma del modelo energético basado en una verdadera resurrección de la energía nuclear.

Bélgica todavía está regida por la ley de 2003, a través de la cual había puesto en marcha un abandono de la energía nuclear que concluía en 2025, como fecha límite, para desconectar el 100% de las centrales. El gobierno anterior ya había pospuesto esta legislación y en 2023 había optado por apagar en 2025 los reactores para rehabilitar dos de ellos (el Doel 4 y el Tihange 3) en 2026 ante el panorama cargado de incertidumbre. Estas dos plantas se extenderían durante diez años para tener algo de producción propia y tener cierto apoyo en una década complicada, donde el suministro ya no está garantizado.

Sin embargo, la idea seguía siendo la de apagar los reactores con el tiempo, ahora el enfoque cambia completamente y ya no es solo una cuestión de supervivencia temporal. Desde Bruselas quieren convertir la energía del uranio en su segunda mayor fuente de producción eléctrica tras la renovable. Para ello el gobierno entrante abolirá la ley de desconexión nuclear por completo. Ya no es una cuestión de plazos en la misma, Bélgica contará con la nuclear como uno de sus grandes argumentos para sostener el suministro energético.

Según ha mencionado el nuevo primer ministro no solo reactivará estos dos reactores en 2026 sino que comenzará a reactivar otros para recuperar toda su flota nuclear, actualmente cuenta con cinco reactores operativos. Por su parte, también ha afirmado que están estudiando la idea de construir dos nuevas plantas de cero para incrementar todavía más su producción. Ahora mismo su infraestructura permite una capacidad 4.000 megavatios hora. Las nuevas construcciones llevarán la capacidad del país a los 8.000.

Según datos de la AIE actualmente la energía nuclear supone un 63% de toda la producción eléctrica del país y supone un 19% de su mix energético. En total el país centro europeo cuenta con cinco reactores, tres de ellos apagados indefinidamente, aunque su vida útil, presumiblemente, también se ampliará.

Magali Vercammen, genere senior de KPMG, comenta que «la demanda de electricidad en Bélgica aumentará considerablemente en los próximos años debido a la electrificación de las industrias y los hogares (pensemos en las bombas de calor y los coches eléctricos). El rápido crecimiento de los centros de datos y las tecnologías de inteligencia artificial aumentarán aún más esta demanda de electricidad». Un conjunto de factores que obligarían a tomar la decisión. «Los centros de datos funcionan 24 horas al día y se necesitará una gran seguridad energética que sea baja en carbono».

 

| «Bélgica necesitará 50.000 millones de euros para poner en marcha sus objetivos nucleares para 2050»

 

Además la industria belga lleva tiempo diciendo que necesitan de forma crítica cualquier alivio en la factura de la luz con más producción de energía, dado que los altos precios están destrozando su rentabilidad. «Los grandes industriales también tienen serias dudas sobre si habrá suficiente energía baja en carbono disponible en Europa y Bélgica a un costo competitivo. Nunca antes habían alzado su voz de manera tan clara a favor de la energía nuclear», comentan desde KPMG.

Vercammen comenta que la clave ahora será cómo se consiguen estos proyectos pues, según su último informe el país necesitará cerca de 50.000 millones de euros para construir una infraestructura lo suficientemente potente para añadir 8 gigavatios de energía nuclear en 2050. La próxima década será clave en este proceso. En ese sentido creen que podrían adelgazar los precios no construyendo grandes reactores sino con los modulares (SMR) que son pequeños. «Una vez se implemente la tecnología los SMR pueden construirse en masa y su coste disminuir».

Además construir será especialmente necesario dado que si bien el gobierno está explorando extender la vida útil de Download 4 y Tinhange 3 durante 10 años más la realidad el operador nuclear del país, Egei, ha declarado que superar 2035 es «impensable». Por lo tanto Bélgica va a tener que abordar uno de los grandes problemas, al igual que lo está teniendo Francia, los altos costes de construcción y mantenimiento.

¿Europa sigue el ejemplo belga?

Respecto a si la decisión de Bélgica puede tomarse en otros países, la respuesta es complicada. El gran ejemplo es Alemania que tiene sus elecciones este mismo mes de febrero y la coalición que podría ganar las elecciones, liderada por los democristianos del CDU, están totalmente divididos al respecto. La locomotora de Europa cerró todas sus centrales en 2023 tras un largo periplo en el que ‘apagó’ más de 36 plantas. Esta decisión ha suscitado debates y críticas en el país especialmente debido a los altos precios de la electricidad desde la guerra de Ucrania.

Friedrich Merz líder del CDU se mostró durante la anterior legislatura totalmente en contra de apagar las centrales y definió la decisión como «un grave error estratégico». La nuclear era un punto clave en su programa electoral en el que su partido prometía estudiar «la posibilidad de reiniciar las operaciones en las plantas de energía nuclear que fueron cerradas recientemente». Sin embargo en enero ya dio marcha atrás en una reunión con el sindicato de trabajadores alegando que será realmente complicado reactivar la potencia nuclear germana dado que «cada semana es más difícil. Los reactores se están desmantelando, es probable que ya no haya manera de solucionar esto». Sin embargo, sí que abrió la puerta a poner en marcha SMRs.

Desde S&P Global explican que si bien el renacimiento nuclear, tal y como se ha visto en Bélgica, es una realidad, la verdad es que se está produciendo, de momento en un selecto grupo de países, más que en una dinámica general. Al margen de los planes de Francia de aumentar el número de reactores destaca la República Checa que «aumentó recientemente su número planificado de reactores de uno a cuatro». También está Polonia, que tiene planes de levantar seis nuevos reactores y añadir, además, pequeños SMR financiados con préstamos públicos.

Estos son los ejemplos que ya están claramente sobre la mesa pero S&P Global remarca que «En una etapa menos madura se encuentran los Países Bajos y Suecia«. En Suecia, el gobierno en el poder desde 2022 «es más pronuclear y ha comenzado a actualizar las leyes (por ejemplo, sobre dónde se pueden construir plantas nucleares) para facilitar las nuevas construcciones. Aún no se ha tomado ninguna decisión de inversión debido a que los costos y la financiación no están claros». Sin embargo la agencia señala que el sur de Europa, en particular España, han dado la espalda de forma clara a la nuclear y no hay pistas que indican que puedan sumarse a este renacimiento.

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