- UBS: «La liquidación de posiciones largas ha sido una de las más grandes desde 2011»
- «Solo se ha visto superada por la de 2016 y por la venta masiva de 2020»
- CIBC Private Wealth: «Muchos inversores están ya en modo superviviencia»
El miedo a una nueva crisis financiera ha generado grandes turbulencias en los mercados. Los bancos se han desplomado en bolsa con extrema violencia, arrastrando a casi todos los activos de riesgo. Dos entidades americanas han sido liquidadas, mientras que Suiza y UBS han salido al rescate de Credit Suisse. Tal ha sido el revuelo en la banca, que la caída del petróleo (otras veces tan mediática) ha pasado casi desapercibida. Aunque los futuros del crudo subieron en la jornada de ayer junto a las bolsas, las secuelas en el mercado de petróleo son todavía visibles: los inversores han huido en desbandada de las posiciones largas (apuestan a que el petróleo va a subir) del crudo al mayor ritmo en años, generando una gran liquidación en este mercado ante un posible cambio de tendencia.
De máximos a mínimos de marzo, el petróleo ha caído casi un 16% (el barril llegó a tocar la zona de los 72 dólares que no veía desde hace 15 meses). En la jornada de este lunes, con la ayuda de la mejora del sentimiento en los mercados, el crudo Brent, de referencia en Europa, subió un 4% y recuperó los 77 dólares por barril. No obstante, aún sigue en niveles relativamente bajos si se tiene en cuenta que poco después de comenzar la guerra de Ucrania el Brent superó temporalmente los 130 dólares por barril.
«Los precios del petróleo han caído con fuerza en las últimas semanas, impulsados por una liquidación masiva por parte de los inversores. Es probable que los precios del petróleo a corto plazo sigan siendo volátiles, influidos por las actuales turbulencias del mercado financiero«, advierten estos expertos. Existe miedo entre los inversores a que se produzca un vuelco en el mercado de crudo, que la narrativa optimista torne en otra pesimista si termina llegando una recesión o una crisis financiera.
Sin embargo, desde UBS mantiene una perspectiva positiva. «Seguimos esperando un aumento de las importaciones y la demanda de crudo chino, además de una menor producción rusa, para endurecer el mercado del petróleo y elevar los precios en los próximos trimestres». Por ahora, la producción rusa se ha reducido menos de lo esperado, lo único que ha sucedido es que Rusia ha dejado de vender su crudo a Europa para enviar mucho más a China y la India, como admitía esta semana el propio Banco Central Europeo.
Giovanni Staunovo, jefe de inversión de UBS, relata en una nota para clientes que las posiciones netas largas (apuestan a que el petróleo va a subir) en las cuentas agregadas de futuros y opciones de Brent y West Texas (crudo de referencia en EEUU) se han reducido en más de 168.000 contratos durante las últimas dos semanas.
Las posiciones largas netas se encuentran ligeramente por encima de los 140.000 contratos, el nivel más bajo desde que hay datos combinados disponibles del petróleo de tipo Brent y WTI en 2011. «La liquidación por parte de los inversores en las últimas dos semanas ha sido una de las más grandes desde 2011. Solo se han podido ver caídas más grandes en 2016 (la gran irrupción del fracking) y en 2020 (con la pandemia del covid)».
Por otro lado, posiciones cortas (que se posicionan para ganar con una caída del petróleo) aumentaron en unos 77.000 contratos. «Desde nuestro punto de vista, este incremento de las posiciones cortas podrían deberse por un intento de las instituciones financieras para protegerse contra los riesgos de caída del precio de las opciones que habían vendido a los productores de petróleo», asegura el analista de UBS. Desde la agencia Reuters también hablan de fuga masiva en posiciones largas sobre el petróleo por parte de los hedge funds.
Desconexión entre finanzas y realidad
Todo esto ha sucedido, pese a que la narrativa sobre el mercado de petróleo sigue siendo relativamente alcista en lo que a los fundamentales se refiere (Por ejemplo, Repsol apuesta a que el crudo subirá a los 100 dólares). Los informes que llegan de buena parte de las casas de análisis hablan de subidas del petróleo en los próximos meses ante la recuperación económica de China y los recortes en la producción de Rusia. Sin embargo, los agentes se han posicionado en el mercado como si el crudo fuese a desplomarse.
Desde Bloomberg coinciden y comentan que los grandes traders de petróleo muestran gran consenso cuando se les pregunta qué pasará con el precio del crudo en los próximos meses: el escenario está listo para un repunte, es la respuesta más repetida. Hay que tener en cuenta que la oferta de crudo ruso también están en plena caída. Según el último informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las exportaciones de petróleo ruso cayeron ya en 500.000 barriles diarios en febrero.
Sin embargo, los movimientos en el mercado de futuros y de derivados muestran una situación completamente diferente. Las posiciones alcistas en los mercados de derivados se encuentran en los niveles más bajos de los últimos diez años.
La disonancia subraya la tensión que ha prevalecido en el mercado durante las últimas semanas. La perspectiva a largo plazo para los precios parece principalmente alcista, ya que la producción de petróleo en EEUU se está estancando, mientras que se espera que la demanda de China se recupere y que la producción rusa caiga (por las sanciones y porque Moscú ha anunciado una reducción ‘voluntaria’ de su producción de petróleo).
Sin embargo, los vientos en contra a corto plazo son significativos. Aunque los fundamentales del mercado sean positivos si se atiende a las proyecciones de oferta y demanda, una crisis financiera o una recesión (algo que nadie puede prever) lo cambiaría todo para el petróleo. Obviamente, todas las previsiones realizadas por los grandes traders del petróleo no incluyen en su ecuación este escenario de crisis, por eso apuestan a que el petróleo subirá en los próximos meses.
Los traders «todavía pueden tener una esperanza alcista, pero también quieren sobrevivir si se produce una situación crítica», asegura Rebecca Babin, trader senior de energía en CIBC Private Wealth. «Muchos inversores ya están en modo de supervivencia».