El Estado se ve obligado a intervenir ante un fraude que ronda los 800 millones de euros al año y del que se benefician decenas de empresas
Iván Mingo
13/02/2024 Actualizada 04:30
Un fraude habitual

Muchos de estos intermediarios simplemente compran y venden el contenido de la cisterna
El cómo lo hacen es bien simple: en el comercio de combustible Hacienda obliga a las empresas a regularizar el IVA cada tres meses. Una vez facturado el producto, de esta forma estas pequeñas sociedades nacen operan durante un trimestre y cierran sin regularizar el IVA.
Muy extendido

Esta práctica puede suponer el cierre de alguna gasolinera
El mercado ha reaccionado, como suele ser habitual, con pánico, y cientos de pequeñas empresas se han lanzado a cometer este fraude por última vez antes del 28 de marzo, algo que ha distorsionado por completo el precio de los carburantes en toda España.