• La práctica totalidad de estas instalaciones carece de sistemas de medición de la energía
  • La Comisión lanzará este año una propuesta al Parlamento y al Consejo para armonizar procesos

 

Puntos de recarga de vehículos eléctricos
Puntos de recarga de vehículos eléctricos. Foto: Europa Press

«La práctica totalidad de las decenas de miles de cargadores públicos instalados actualmente en nuestro país no cumple las condiciones requeridas desde la perspectiva metrológica». Así lo recoge en su Anuario de Movilidad Eléctrica 2022-2023 la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).

La metrología es la disciplina científica dedicada al análisis de los sistemas de medidas y pesos que, mediante la acreditación, certificación y normalización, garantiza la precisión de los resultados y posibilita el intercambio y la comparación a nivel internacional. Lo cierto es que en la actualidad no hay una normativa comunitaria que certifique que la energía que suministran estos postes sea la declarada. De hecho, con esta medida lo que se pretende es dar transparencia al sector de la recarga y dotar a los clientes de sistemas de verificación homologados a la hora de surtir de energía a los vehículos eléctricos.

 

Según ha podido saber elEconomista.es de fuentes conocedoras, la Comisión Europea pretende lanzar este año una propuesta al Parlamento Europeo y al Consejo de la Unión Europea para armonizar estos procesos. La idea de la Comisión es lanzar esta propuesta al Parlamento y al Consejo entre finales de marzo y principio de abril. De hecho, no se debería tardar mucho en llegar a un acuerdo entre las tres partes, dado que se trata de una revisión de la Directiva de Instrumentos de Medida. Tras esta aprobación, habría un plazo de un año para transponer dicha modificación y, tras esto, otro año para su puesta en vigor. Es decir, en el mejor de los casos, hasta 2026 no habrá una normativa que regule la medición de los puntos de recarga de vehículos eléctricos.

A día de hoy, Alemania es el único país del Viejo Continente que tiene tiene sistemas de medición de la energía que se factura en los puntos de recarga de vehículos eléctricos. Esta situación se debe a que la penetración de este tipo de modelos en el parque automovilístico empezó antes que en otros, como en el caso de España.

La armonización es clave dado que en función del tipo de medidor, bien sea de corriente continua o de corriente alterna, la lectura de estos medidores no coincide con lo que el vehículo percibe como recarga. Hay que tener en cuenta que en los cargadores de corriente continua, los cuales proporcionan energía directamente a la batería ajustándose a la potencia, la instalación de estos sistemas de medición son caros. Según datos de Aedive, el coste medio de adaptación metrológica de un punto de recarga de corriente continua oscila entre los 4.000 y los 10.000 euros. Según datos recopilados por este periódico, la mayoría de los puntos de recarga públicos instalados en España son de corriente alterna.

Los planes de España

España, por su parte, lleva tres años trabajando en una regulación nacional para solventar esta situación con los puntos de recarga. A lo largo de este tiempo, se ha creado un grupo de trabajo formado por fabricantes, la posventa y consumidores.

Lo cierto es que el consumidor español está protegido. Y es que, tanto desde el punto de vista de seguridad, como del eléctrico, incluso desde el punto de vista de medidas, muchos de estos puntos de recarga llevan incorporados contadores de energía internos, los cuales están sometidos a controles metrológicos.

Al cierre del tercer trimestre de 2023 —últimos datos disponibles— España contaba con un total de 34.049 puntos de recarga públicos, según los datos del Barómetro de Electromovilidad del tercer trimestre de 2023 elaborado por la patronal de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac). No obstante, más de uno de cada cuatro de estos puntos estaban inoperativos. Con estas cifras, España se sitúa a la cola en penetración del vehículo eléctrico y en infraestructura de recarga.

En el caso de los modelos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables), la cuota de mercado al cierre de 2023 se situó en el 11,4%, tan solo por delante de Italia, que tiene una cuota del 8,4%. La cuota de mercado en la UE de estos modelos se sitúa en el 21,6%. El año pasado se matricularon un total de 51.614 turismos eléctricos, lo que equivale a una cuota de mercado del 5,4%, al tiempo que se llegaron a comercializar 62.162 turismos híbridos enchufables, lo que equivale a una penetración en el mercado del 6,5%.

En lo relativo a la infraestructura de recarga, España tan solo se sitúa por delante de República Checa y Hungría. Para cumplir con los objetivos contemplados con el Fit for 55 España tendría que haber cerrado con un total de 45.000 puntos de recarga de acceso público. De hecho, el objetivo para 2025 se sitúa en los 91.000 puntos de recarga públicos para alcanzar los 300.000 en 2030.

Kits de adecuación como solución

Desde Aedive destacan como solución a este problema la instalación de un kit de adecuación. Ahora bien, esta solución no afecta de la misma manera a los fabricantes. En el caso de los fabricantes de puntos de recarga españoles, estos se han comprometido a estudiar a fondo la posibilidad de diseñar estos kits. Desde la asociación destacan que «la práctica totalidad de los que no se encuentran en nuestro país han denegado esta opción y los cargadores deberán ser sustituidos». No obstante, habrá que esperar a conocer la normativa comunitaria para saber los valores a corregir, en caso de que haya que llevarlo a cabo.

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