Eso es precisamente lo que pide al Gobierno la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove), y lo cierto es que ayudaría muchísimo al rejuvenecimiento del parque móvil y, por ende, a la reducción de emisiones contaminantes.
El Plan Moves III que el Gobierno lanzó el pasado mes de abril con el objetivo de seguir incentivando la compra y el uso de vehículos eléctricos fue un buen comienzo para reactivar el mercado tras haber pasado ya lo peor de la maldita pandemia. Sin embargo, las ventas de coches nuevos continúan sin despuntar. Sin ir más lejos, las matriculaciones cayeron casi un 30% en julio con respecto al mismo mes de 2020, cuando acabábamos de salir del confinamiento nacional. Ni siquiera la congelación de la subida del impuesto de matriculación ha logrado hacer que el batacazo se invierta. Con semejante escenario, la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos (Ancove) ha solicitado al Ejecutivo de Sánchez que reconsidere su decisión de excluir a los turismos de combustión tradicionales de las ayudas otorgadas a la compra de eléctricos en el citado Moves III.
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Esta reforma, además de suponer un buen empujón para el mercado, influiría en el tan ansiado rejuvenecimiento del parque circulante español y, por tanto, también implicaría una importante reducción en las emisiones vehiculares del país, que al fin y al cabo es lo que se busca. Nadie duda de que un modelo nuevo, sea del combustible que sea, contamina mucho menos que cualquiera de los modelos antiguos que hoy por hoy ruedan por nuestras carreteras. Esto incluso abriría otro debate: el de incorporar a dichas ayudas también los coches de ocasión jóvenes, ya que la prioridad debería ser -insistimos- rejuvenecer el parque antes que electrificarlo, sobre todo cuando la edad media de nuestros coches sigue estando por encima de los 13 años (una de las más altas de toda Europa.)
Otro factor incuestionablemente relevante es el económico. En plena crisis socioeconómica provocada por la Covid-19, hasta con ayudas los coches electrificados siguen conllevando una inversión que no en todos los casos es factible. La compra de un coche nuevo con ayudas sería mucho más viable sin el coste que suponen los componentes extras de un híbrido o de un eléctrico.
«La situación es atípica por la incertidumbre que todavía genera la pandemia, por lo que Ancove considera imprescindible un plan de estímulo de la demanda«, asegura el presidente de la patronal, Elías Iglesias.