Ni la guerra en Oriente Medio entre Israel y Hamás, ni la decisión de la OPEP+ (el cártel que recoge a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, como Rusia) de echar más leña al fuego con sus recortes de producción de crudo, han conseguido que el precio del oro negro repunte en el mercado. Desde que el barril Brent europeo tocase los 96,55 dólares el pasado 27 de septiembre, el precio más elevado que se ha visto en 2023, se ha abaratado un 20,45%, confirmando que el crudo se encuentra en territorio bajista, y que los esfuerzos de la OPEP+ por intentar mantener los precios elevados no están dando resultados. El acuerdo de recorte de producción que anunció el cártel el 30 de noviembre no ha servido para impulsar los precios: estos caen un 4,8% desde ese momento, hasta los 76,9 dólares en los que cotiza el Brent en la actualidad.
Muchos analistas están avisando de que las caídas en el precio del crudo van a continuar desde los niveles actuales, ya que existe una fuerte sobreoferta en el mercado, que sólo se está consiguiendo mitigar, a duras penas, por los recortes de la OPEP+. Uno de los expertos en petróleo que más de cerca sigue a la materia prima en el mercado español explica sus perspectivas para el mercado del crudo, y apunta a que el balance natural de este mercado, sin los recortes artificiales del cártel, llevará a los precios muy por debajo de los niveles actuales.
Ni la guerra en Oriente Medio entre Israel y Hamás, ni la decisión de la OPEP+ (el cártel que recoge a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, como Rusia) de echar más leña al fuego con sus recortes de producción de crudo, han conseguido que el precio del oro negro repunte en el mercado. Desde que el barril Brent europeo tocase los 96,55 dólares el pasado 27 de septiembre, el precio más elevado que se ha visto en 2023, se ha abaratado un 20,45%, confirmando que el crudo se encuentra en territorio bajista, y que los esfuerzos de la OPEP+ por intentar mantener los precios elevados no están dando resultados. El acuerdo de recorte de producción que anunció el cártel el 30 de noviembre no ha servido para impulsar los precios: estos caen un 4,8% desde ese momento, hasta los 76,9 dólares en los que cotiza el Brent en la actualidad.
Muchos analistas están avisando de que las caídas en el precio del crudo van a continuar desde los niveles actuales, ya que existe una fuerte sobreoferta en el mercado, que sólo se está consiguiendo mitigar, a duras penas, por los recortes de la OPEP+. Uno de los expertos en petróleo que más de cerca sigue a la materia prima en el mercado español explica sus perspectivas para el mercado del crudo, y apunta a que el balance natural de este mercado, sin los recortes artificiales del cártel, llevará a los precios muy por debajo de los niveles actuales.
El petróleo en los 35 dólares
Hay quienes creen que las caídas del precio del barril serían todavía más profundas sin la influencia del cártel de productores. Alex Fusté, economista jefe de Andbank, explica cómo «sin la acción concertada del cártel tendríamos en el mercado 3,66 millones de barriles más al día y probablemente el petróleo en 30-40 dólares, en vez de los 75 dólares actuales», asegura el experto.
El riesgo de que se materialice este escenario no es baladí de cara a 2024. Hay varios países dentro del cártel que están incrementando su producción de petróleo muy rápido, lo que a su vez está esterilizando parte de los recortes de Arabia Saudí y otros países cumplidores. «Parece que algunas grietas comienzan a aparecer en el cártel, y estas grietas podrían ensancharse aún más a medida que los productores de la OPEC+ que no están sujetos a cuotas (Irán y Venezuela) están colocando su nueva producción a expensas de otros miembros que sí están sujetos a cuotas», advierte Fusté.
«En pocas palabras. Algunos miembros están ganando la cuota de mercado que otros miembros pierden. La lógica me lleva a creer que los miembros del grupo se abstendrán de romper la disciplina interna, por la simple razón de que las consecuencias económicas negativas de hacerlo superarían el costo actual de perder gradualmente cuota de mercado bajo el sistema existente», apunta el experto de Andbank.
Aun así, los conflictos internos en el cártel podrían reproducirse a medida que Venezuela o Irán incrementen su producción. Aunque estos dos países están exentos de cumplir con cuotas (porque viven una situación singular de crisis y sanciones), el impacto de su bombeo de crudo en los mercados puede provocar que los equilibrios dentro de la OPEP y sus aliados salten por los aires.
«Debe reconocerse también que mantener la disciplina del grupo se vuelve cada vez más desafiante durante las crisis de ingresos. Y esto es lo que están experimentando exactamente los miembros del cartel. Entonces, este es un escenario que no puedo ni debo ignorar. Especialmente tras entender que esas grietas en la disciplina del grupo están relacionadas con otro desarrollo importante en el mercado de la energía y que, en nuestra opinión, puede tener continuidad», advierte el economista de Andbank.
El petróleo de EEUU, Guyana y Brasil
Incluso con los recortes de producción de la OPEP+ el mercado parece estar tan bien abastecido que sobran barriles, en un momento en el que la demanda se está enfriando y la oferta sigue siendo fuerte, con Estados Unidos alcanzando un nuevo máximo histórico de producción, superando los 13 millones de barriles y erigiéndose como el principal productor del mundo del recurso energético. Los aumentos de oferta de otros países como Guyana o Brasil también están contribuyendo a inundar el mercado de crudo. El superávit de producción que están percibiendo los inversores les está llevando a cerrar sus posiciones largas de forma masiva en el mercado de futuros, opciones y otros derivados.
Según los datos que maneja el banco alemán Commerzbank, los inversores «han vuelto a reducir significativamente sus posiciones largas netas en el Brent y en el West Texas«, en el caso del barril europeo, hasta su nivel más bajo desde el mes de mayo, y en del estadounidense, hasta mínimos que no se veían desde junio. Estas apuestas de los inversores podrían estar contribuyendo a las caídas de precios que se están produciendo en el mercado.
Las previsiones de la OPEP no encajan
El último informe sobre el mercado del petróleo que ha publicado la OPEP se está poniendo en duda por tener unas expectativas irreales sobre el crecimiento de la demanda futura. Las conclusiones a las que llegan los analistas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo no encajan con la realidad que destacan los indicadores de los mercados, ni con la que perciben los analistas. Es más, el cártel mantiene unas perspectivas que irían en contra de su propia estrategia, con una expectativa de crecimiento de la demanda que duplica las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), un escenario que no haría necesario un recorte de oferta como el que ha pactado la alianza de productores.
Esta es la gran pregunta que pueden estar planteándose los analistas que hayan leído el último informe de la OPEP del año 2023. Si falta petróleo, ¿por qué están los miembros del cártel sacrificando cuota de producción para mantener los precios altos? Y, sobre todo, ¿por qué no sube el precio del petróleo? La realidad es que el mercado sigue dando señales de que sobra petróleo, y la tendencia de caídas de los precios del barril miran más hacia los 50 dólares que hacia los 100.
Los cálculos de la OPEP en este mes de diciembre son sorprendentes. Según sus previsiones, la demanda mundial de petróleo seguirá creciendo a un ritmo de 2,2 millones de barriles diarios, hasta alcanzar, de media, 104,4 millones de barriles diarios el año que viene. Esto, frente a una oferta mundial que será de 102,3 millones de barriles diarios según el cártel, supondría un déficit de producción de crudo de unos 2 millones de barriles diarios, un desajuste importante que apuntaría a subidas en el precio del crudo.
Es más, los cálculos de la Organización apuntan a que, en el último trimestre de este año, la demanda habría superado a la oferta en 3,3 millones de barriles, una cifra que, según los datos que recoge Bloomberg, sería un nuevo récord histórico, y chocaría frontalmente con la tendencia de caídas que está viviendo el precio del barril en estos últimos tres meses de 2023.
Hay varios argumentos que ponen en serias dudas las últimas estimaciones que ha publicado el cártel. El primero, las propias declaraciones que hizo Abdulaziz bin Salman, ministro de energía saudí, a finales de noviembre, cuando el cártel anunció la ampliación del recorte de producción que ha pactado con sus socios externos. Para Bin Salman, la decisión de aumentar el recorte de oferta en casi 1 millón de barriles adicionales respondía a «superar el habitual aumento de inventarios que suele ocurrir durante el primer trimestre del año». Con un déficit de producción de casi 2 millones de barriles previsto por la OPEP para el primer trimestre de 2024, un aumento de los inventarios mundiales de petróleo sería ciencia ficción.
El choque entre OPEP y AIE
La gran diferencia entre las previsiones de la OPEP y la de otros agentes de mercado reside en la estimación de demanda. De cara al año que viene, la estimación de 2,2 millones de barriles que mantiene el cártel es el doble que la que espera la Agencia Internacional de la Energía (AIE), uno de los organismos de los que más se fían los mercados. La AIE, de hecho, ya espera que el pico de demanda histórica de petróleo se toque antes de 2030, en contra de un optimismo de la OPEP que podría ser impostado.
La estructura que mantiene el mercado de futuros sobre el petróleo en este momento también niega estas estimaciones, ya que el barril ha entrado recientemente en situación de contango (cuando los futuros de corto plazo sobre un activo cotizan más baratos que los de más largo plazo), que indica una sobreoferta de petróleo en el corto plazo.
Además de todo lo anterior, el informe de la OPEP asume que se está produciendo durante este trimestre un recorte de oferta por parte de los productores ajenos a la Organización, algo que no encaja con el último dato de producción que ha publicado Estados Unidos, que apunta a que el país está inundando el mercado con su crudo, al haber superado los 13,2 millones de barriles diarios de producción propia, un nuevo récord histórico que los situaría en este momento como el mayor productor de petróleo del planeta.