Tal y como te veníamos avanzando en los últimos días, la Comisión Europea ha presentado este jueves la propuesta de nueva norma Euro 7 para los vehículos diésel y gasolina. A pesar de ser menos restrictiva de lo esperada inicialmente, los fabricantes la acogen con recelo. Te contamos sus novedades, como la limitación ya de las emisiones de ruedas y frenos.

Sin demasiada sorpresa, pero con opiniones para todos los gustos, la norma Euro 7 ya sabemos, más o menos, cómo regulará los coches, furgonetas, camiones y autobuses en Europa en la próxima década. Y decimos más o menos, porque de momento es la Comisión Europea la que ha publicado la propuesta de normativa, que ahora tendrá que negociarse con el Consejo (todos los países miembros) y con el Parlamento Europeo. Y ya sabemos que este último suele ser más exigente y duro que la Comisión, por regla general.
Y es que, tal y como se preveía y ya te habíamos avanzado, en realidad la propuesta de nueva norma Euro 7 presentada este jueves toma como referencia el estándar Euro 6 en lo relativo a emisiones de coches y furgonetas, aplicando los valores más exigentes de la normativa a la que reemplaza. Es, por tanto, una continuación que no ha querido teóricamente castigar más a una tecnología que no debe recibir más inversión, ya que el objetivo final es continuar con la transición total al vehículo eléctrico.
|LA NORMA EURO 7 ENTRARÁ EN VIGOR EN 2025: SERÁ LA ÚLTIMA HASTA QUE SE PROHÍBAN LOS COCHES DIÉSEL Y GASOLINA
Así, en lo relativo por ejemplo a óxidos de nitrógeno (NOx), si la Euro 6 establecía de límites 60 mg/km para los coches de gasolina y 80 mg/km para los diésel, ahora la Euro 7 fija ya el máximo en 60 mg/km, independientemente de la tecnología. Es decir, los valores para la gasolina se mantienen y solo suponen un ligero endurecimiento para los vehículos diésel, aunque miembros del Parlamento Europeo nos aseguran ya que son «muy factibles» para ser cumplidos por los fabricantes.
La propuesta de Euro 7 ya presentada pretende convertirse en la norma de homologación para vehículos diésel y gasolina que marque ya los límites máximos de emisiones contaminantes desde 2025 hasta 2035, cuando en la Unión Europea ya solo se puedan vender automóviles y furgonetas de cero emisiones. Es decir, debería ser ya la última normativa que se apruebe, se mantendrá en vigor durante la última década de venta de los motores de combustión y nace con el objetivo final de reducir hasta en un 35 por ciento las emisiones contaminantes de coches y furgonetas en el año 2035, y hasta en un 56 por ciento para autobuses y camiones. Porque, efectivamente, la nueva norma afecta, no solo a automóviles y furgonetas, sino también a camiones y autobuses, y establece muchas diferentes especificaciones para cada tipo de vehículo.
|LA NORMA EURO 7 LIMITARÁ TAMBIÉN LAS EMISIONES DE FRENOS Y RUEDAS
Como una de las grandes novedades, la propuesta de Euro 7 pretende, además de limitar más las emisiones de partículas finas, reducir también al mismo tiempo los contaminantes que se desprenden de los frenos y los neumáticos de los vehículos, que pronto generarán, según la Comisión Europea, más emisiones a la atmósfera que el propio motor. Así, serán las primeras emisiones a nivel mundial en ir más allá de la regulación de las emisiones de escape, estableciendo límites adicionales a las emisiones de partículas de los frenos y de microplásticos de los neumáticos. Esta regulación se aplicará a todos los vehículos, incluyendo los nuevos eléctricos.

Como la Comisión Europa asegura que prevé que, en 2050, todavía el 20 por ciento del parque móvil ruede aún con motor térmico a pesar de que en 2035 se haya prohibido ya su venta (que no, lógicamente, su circulación), la Euro 7 prevé ya que se sigan por tanto revisando los estándares para frenos y neumáticos más allá de 2035, a diferencia de las emisiones contaminantes de escape. «Los vehículos eléctricos son de media un 40 % más pesados que los de combustión», y los contaminantes que desprenden sus frenos y ruedas «son un asunto absolutamente esencial y que va a perdurar más allá de 2035», ha señalado en rueda de prensa el comisario de Industria, Thierry Breton.
|120 € POR COCHE Y 2.700 POR CAMIÓN: EL COSTE DE LA ADAPTACIÓN
Según publica la propuesta de norma Euro 7, el coste estimado de la actualización de las nuevas regulaciones será de unos 120 euros para coches y furgonetas (entre el 0,3 y 0,6 % del coste total del vehículo) y de unos 2.700 euros para camiones y autobuses (entre el 1,8 y el 3,1 %). Y es que la futura normativa es especialmente dura para los camiones, ya que, según la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA), «descuida por completo» el cambio acelerado hacia vehículos de cero emisiones e «ignora el efecto de los objetivos futuros de CO2 para vehículos pesados». «Para cumplir con ‘Euro VII’, los fabricantes de camiones tendrán que desviar importantes recursos financieros y de ingeniería de los vehículos eléctricos de batería y pila de combustible a los de motor de combustión interna. Esto tendrá un impacto severo en nuestra transición hacia vehículos de cero emisiones. No es bueno para el clima, ni para la salud de las personas ni para la industria», ha asegurado asimismo por su parte el consejero delegado del Grupo Volvo y presidente de la sección de vehículos comerciales de ACEA, Martin Lundstedt.
Otra importante novedad que añade la propuesta de norma Euro 7 tiene que ver con la durabilidad, al contemplar que los sistemas del coche se deterioran, pero teniendo que respetar ya los estándares iniciales hasta que tengan 200.000 kilómetros en el contador, en el caso de coches y furgonetas. El objetivo es asegurar que los vehículos permanezcan limpios más tiempo, por lo que se comprobará el cumplimiento para turismos y furgonetas hasta que estos vehículos alcancen esos 200.000 kilómetros y los 10 años de antigüedad. Esto duplica los requisitos de durabilidad existentes bajo la normativa Euro 6, que eran de 100.000 kilómetros y 5 años de antigüedad. Aumentos similares se producirán para autobuses y camiones.

Al mismo tiempo, la norma Euro 7 establece también que los fabricantes de vehículos eléctricos garanticen que las baterías funcionen al menos al 80% de su rendimiento máximo hasta los 5 años o 100.000 kilómetros desde la compra.
|EUROPA ASEGURA QUE LA NORMA ES POCO EXIGENTE: LOS FABRICANTES, QUE ES MUY DURA
A pesar de que miembros del Parlamento han criticado la propuesta por considerarla demasiado blanda y poco exigente, el comisario de Industria, Thierry Breton, ha asegurado en rueda de prensa que es cierto que «hubo escenarios más ambiciosos, pero hemos elegido este. No se trata de un arbitraje político sino de que estamos todos en la misma lucha contra el cambio climático, hay un compromiso fuerte de poner fin a la combustión en 2035 y hay que ayudar a la industria a hacer todo lo posible para lograrlo».
Sin embargo, los fabricantes no han acogido del mismo modo la normativa. De hecho, ACEA ha manifestado ya su «preocupación» por la propuesta de la Comisión Europea y consideran que esta normativa «puede ralentizar» la transición hacia el transporte de ‘cero emisiones’. La asociación de fabricantes cree que con las normas actuales Euro 6 la UE ya tenía «las más completas y estrictas para emisiones contaminantes de vehículos del mundo».
Fuente: autopista.es