La patronal y los sindicatos dieron ayer su bendición a las líneas generales de la reforma laboral negociada por el Gobierno. El Comité Ejecutivo de CEOE fue el primero en dar un sí tras un tenso intercambio de pareceres en el que se evidenció la división entre los empresarios con el hecho de que se vaya a admitir finalmente que en materia salarial prevalezcan los convenios sectoriales sobre el de la empresa y la ultraaactividad, según señalan fuentes empresariales a eE. Generó polémica que no haya cláusula de descuelgue específica para los salarios -y tengan que ir por el complicado sistema establecido en el artículo 83 del ET- y, por tanto, estos vayan a estar indexados a lo que establezcan los convenios sectoriales.
Según pudo saber elEconomista, en la reunión hubo destacadas abstenciones como la de la patronal madrileña CEIM, la catalana Foment del Treball, la del campo Asaja y la de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Se advirtió de que es «un acuerdo que mina la competitividad» y se lamentaron de que «se dé el visto bueno a algo sin conocer si se recogerá finalmente el funcionamiento de las subcontratas».
Sin embargo, fuentes presentes en la reunión comentan que no fueron las únicas organizaciones que mostraron su malestar. Un caso sintomático, según señalan dichas fuentes, fue la ambigüedad mostrada por el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, que aunque no se abstuvo, tampoco dio un apoyo explícito al acuerdo y su intervención fue crítica. Según estas fuentes, Cuerva apuntó que, si bien es cierto que había que salvar los muebles ante la reforma de un Gobierno socialcomunista, no se puede caer en la autocomplacencia.
El presidente de las pymes consideró que una cosa era que hubiese que firmar el acuerdo y otra considerarlo como un buen acuerdo que, en su opinión, no lo es. No obstante, Cepyme se sumó a la CEOE en un comunicado conjunto en el destacaron que el acuerdo «consolida el modelo laboral actual».
En términos parecidos a Cuerva se mostró Miguel Garrido, presidente de CEIM. Según las fuentes consultadas por eE, el responsable de las empresas madrileñas se abstuvo porque el acuerdo no mejora la competitividad y no crea empleo, y, en la línea de Cuerva, señaló que no beneficia a las empresas. Aunque, según apuntó en su intervención, se había minimizado el impacto sobre la reforma de 2012 que, en su opinión, no se ha tocado mucho. Incluso apuntó aspectos positivos como la solución dada a la construcción o las subcontratas.
Caso aparte son las posiciones de las dos asociaciones sectoriales que se abstuvieron. Estas fuentes informaron a eE que en caso de Asaja, según apuntó en su intervención en el Comité Ejecutivo su presidente, Pedro Barato, no pueden avalar el acuerdo por el uso del fijo-discontinuo para el campo, una solución que no encaja con la actividad que desarrollan. Desde Asaja siempre han defendido un contrato especial que se ajuste a la idiosincrasia del campo español.
Diferente fue la posición de la patronal del automóvil, Anfac. El presidente, José Vicente de los Mozos -que será sustituido próximamente por el presidente de Seat, Wayne Griffiths-, mostró su rechazo por la degradación que sufre el convenio de empresa en el acuerdo, una modalidad unánimemente usada en el sector, aunque a diferencia de otras actividades, el problema no radica en los bajos salarios.
No obstante, las fuentes consultadas resaltan que la peculiar forma de votar del Comité Ejecutivo de la CEOE ha minimizado el malestar que reinó ayer en la reunión. El voto se fija en la intervención que realiza el responsable de las organizaciones asistentes y no mediante voto secreto o mano alzada. Y ayer hubo muchos silencios, según señalan dichas fuentes.
Compromiso cumplido
«Acabamos 2021 cumpliendo el compromiso del Gobierno: una nueva legislación laboral que recupera derechos en favor del trabajo decente. Gracias a las organizaciones sindicales y empresariales por todas las horas dedicadas a este acuerdo de país», publicó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La intención del Ejecutivo es aprobar la reforma en el Consejo de Ministros del 28, lo que le permitiría cumplir con el compromiso que adquirió con Bruselas de tener aprobada este año.
Posición sindical
Por su parte los sindicatos, igualmente en un comunicado conjunto, apuntaron que «nos encontramos ante un acuerdo resultado de la firmeza y la constancia. Firmeza y constancia frente a la imposición unilateral del 2012 de una normativa que desequilibró la regulación laboral de forma radical en contra de las personas trabajadoras».
Pero también, señalaron, «porque se ha buscado el acuerdo con el fin de poder dar una estabilidad jurídica a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país». CCOO y UGT resaltaron que por primera vez en democracia, se acomete una modificación del calado que supone este acuerdo, no a favor de las pretensiones de la empresa, sino de la clase trabajadora.
«Cumplimos», declaró Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, agradeció ayer a los organizaciones empresariales CEOE y Cepyme y a los sindicatos su «compromiso» para llegar a un acuerdo con el Gobierno y sacar adelante la reforma del mercado de trabajo. «Cumplimos. Hoy avanzamos hacia un modelo de relaciones laborales del siglo XXI. Lo hacemos con la bandera del acuerdo y el diálogo», destacó el presidente del Gobierno a través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, recogido por EP. En su mensaje, el presidente de Gobierno reafirmó el objetivo del Ejecutivo de coalición de los socialistas y de Unidas Podemos de impulsar trabajos y sueldos dignos, que garanticen los derechos de todos.
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