La Unión Europea ha determinado que en 2035 no se podrán vender vehículos de combustión interna. Adiós a la venta del automóvil de gasolina y diésel y bienvenida al coche eléctrico. Un objetivo tan ambicioso y loable como poco realista. El acelerado ritmo que se trata de imponer a la descarbonización de la movilidad topa de bruces con el contexto actual. Voces del sector energético y de la automoción advierten: el cambio a un nuevo modelo energético basado en la electrificación de la economía es necesario, si bien los plazos y los incentivos no son objetivos desde un punto de vista práctico.

Entre los expertos más críticos, alineados con el fin, pero no con los medios adoptados, Ángel Pérez Valero, CEO de Universal Energía, afirma que “estoy convencido de que es el futuro” pero “con matices”. En otras palabras, “ni la red de recarga, ni el sector automovilístico están preparados para este cambio en tan poco tiempo”. Seguir leyendo el articulo en la publicación.

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