- Las firmas de bajo coste o pequeñas alcanzan 83 estaciones de 177 en Castellón
- Las grandes compañías están a solo nueve surtidores de perder el predominio

Un usuario reposta en una de las gasolineras de marca blanca existentes en la provincia de Castellón (archivo). / MEDITERRÁNEO
Encontrar una gasolinera de marca blanca para repostar combustible resultaba incluso extraño hace apenas unos años y ahora está cerca de convertirse en Castellón en la opción predominante.
Las estaciones de servicio de pequeñas marcas o de operadores de bajo coste se han multiplicado en la provincia en los últimos años y están cerca de copar la mitad del mercado, algo inédito. Los datos extraídos a partir del Geoportal de Gasolineras del Ministerio de Transición Ecológica arrojan que Castellón cuenta en estos momentos con 177 surtidores, de los que el 47% o 83 pertenecen a este tipo de compañías.
Escasa ventaja
Son apenas nueve estaciones menos que las que disponen las grandes empresas del sector como Cepsa, bp, Eni, Petronor, Shell, Repsol, Q8 o Galp. Todas ellas suman un total de 94, apenas nueve más que las también denominadas gasolineras libres o que carecen de bandera.
Su cuota de mercado en cuanto a estaciones, en estos momentos, queda en el 53%, manteniendo escaso margen de ventaja en comparación con la otra opción.
Desde la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio (APES) de Castellón resumen que la situación actual es fruto de los cambios normativos introducidos en las últimas décadas». En primer lugar, atribuyen la proliferación de las estaciones de marca blanca a «la liberalización del mercado que comenzó décadas atrás, con el fin del monopolio». A ello, según explican, se suma que «los contratos de abanderamiento tienen ahora una duración menor que antes, y esto ha podido contribuir a que algunas estaciones hayan pasado con mayor facilidad de abanderadas a libres».

Gasolineras de las grandes marcas en Castellón. / MEDITERRÁNEO
Topes legales
Por otra parte, también influye la existencia de «unos topes legales sobre el porcentaje total de estaciones con un mismo abanderamiento por provincia, con lo que algunas de las más conocidas ya no podían crecer más, viniendo así el crecimiento en estaciones por parte de las no abanderadas o libres».
En último lugar, contribuye «y mucho, la entrada en escena de un nuevo modelo, que son las estaciones desatendidas». Las mismas suponen sin duda un ahorro en el coste de operación para el propietario, los cuales se ven repercutidos al mismo tiempo en el precio del combustible.