• Las empresas defienden la inversión y la innovación en el ecosistema de movilidad
  • Alsa defiende la importancia del transporte público en las grandes ciudades

 

 

El desarrollo y la modernización de las infraestructuras jugará un papel trascendental a la hora de impulsar y consolidar la movilidad sostenible. Esa fue una de las premisas fundamentales en la segunda mesa de debate, denominada Movilidad Sostenible, enmarcada en el VIII Foro Industrial, bajo el título España avanza hacia el desperdicio cero: Movilidad y tecnología, claves en el crecimiento sostenible de la industria que celebró este miércoles el diario elEconomista.

En la mesa de debate, en la que se dieron cita representantes del sector empresarial, uno de los mensajes en el que coincidieron los ponentes fue el de la necesidad de que las infraestructuras de recarga sean accesibles para todo el mundo. Así lo reconoció el responsable de relaciones externas de Smart Mobility de Iberdrola, Carlos Bergera, para quien lo que hay que incentivar en España es la infraestructura de recarga pública.

Por su parte, el presidente de IE Center for Transport Economics, Julio Gómez Pomar, recalcó que el pago por uso es «indispensable como principio general en la prestación de servicios donde no prime la solidaridad absoluta o la universalidad absoluta». Por ello, las soluciones que se están pensando en el transporte por carretera es ir a un sistema de viñeta y dar luego el paso al modelo recomendado: pago por distancia recorrida. En su opinión, estos planteamientos que se oyen «me parece que están tecnológicamente atrasados. El que contamina paga, a ver si es verdad», esgrimió.

Asimismo, el consejero delegado de Audi España, José Miguel Aparicio, quiso recordar que los ciudadanos tenemos que ser responsables, pero es verdad que cuando se producen los cambios a veces se genera una «cierta alarma», una situación que preocupa en el sector del automóvil. Se han dado pasos relevantes por parte del Gobierno a la hora de declararlos de utilidad pública, también los puntos de recarga de alta potencia en gasolineras con alta facturación.

Por su parte, el general manager de Getnet Europe by Santander, Rubén Justel, reconoció que en el mundo de la movilidad habrá dos procesos fundamentales para su consolidación: la innovación y el pago por uso. Y es que consciente de que ambos procesos van a requerir de grandes inversiones, Justel apuesta por «hacerlo con los propios medios, ya que intentamos conseguir que el acceso sea» universal utilizando la innovación y el pago por uso».

De otro lado, el consejero delegado de Alsa, Francisco Iglesias, hizo hincapié en que los fondos de recuperación procedentes de la Unión Europea «van a acelerar un proceso de transformación real de las compañías que nos van a durar muchos años», al tiempo que se mostró preocupado porque las convocatorias de estos fondos sean prolongadas en el tiempo para que todas las empresas puedan conseguir esta transformación. Además, Iglesias explicó que uno de los pilares que traerán aparejados los fondos europeos será que van a necesitar que una gran parte de su personal adquiera una parte de conocimientos totalmente distintos a los actuales.

No obstante, hubo un punto en el que todos los ponentes coincidieron: las trabas administrativas. Así, para Carlos Bergera, la Administración «debe adaptarse a los nuevos requisitos de reglamentación de permisos». En la misma línea se pronunció Iglesias, quien defendió que, en la actualidad, las trabas administrativas son «tremendas».

Infraestructura de recarga

En el caso de la modernización y el desarrollo de infraestructuras de recarga pública, Bergera salió al paso para asegurar que «los servicios de recarga en Europa tienen que prestarse con los principios del libre mercado. Tienen que ayudar a impulsar el mercado». Y es que desde Iberdrola apuestan por la infraestructura de recarga de más alta potencia y dicha infraestructura «tiene unas tramitaciones más costosas». Además, Bergera expuso que es verdad que la infraestructura de recarga de vehículos electrificados en España es menor, pero «el índice de infraestructura por vehículos disponibles en el parque está entre los cuatro o cinco mejores de Europa». No obstante, defendió que «el objetivo es que haya movilidad eléctrica y es evidente que la infraestructura ayuda a la transición. Me gusta hablar de soluciones para garantizar que la experiencia del usuario sea óptima de forma que se extienda y que es una experiencia favorable desde la eficiencia y la comodidad. La infraestructura tiene que ser accesible para todos, interoperable».

Por su parte, el máximo directivo de Audi en España reconoció que el Gobierno ha dado pasos relevantes a la hora de declarar estos puntos de utilidad pública, así como la obligación por parte de las gasolineras con gran volumen de facturación de contar con puntos de recarga de alta potencia. Además, Aparicio defendió la necesidad de consensuar un plan nacional de despliegue de la red de la recarga y establecer un modelo de gobernanza para que esto se lleve a cabo en las diferentes provincias. Y es que, «necesitamos 70.000 puntos de recarga en 2023 y tenemos 12.000 en la actualidad y necesitaremos 110.000 puntos en 2025 y unos 340.000 en 2030», explicó antes de recordar que hay que acelerar este proceso. Y es que Aparicio destacó que en el automóvil «nos vemos como parte de la solución, ya que hemos sido proveedores históricos de la libertad». Con todo ello, el mandamás de Audi en España recordó que en el corto plazo «el 25% de las emisiones estará en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos».

Las empresas piden reducir las excesivas trabas administrativas en la movilidad

Además, el máximo directivo de la marca de los cuatro aros en España apuntó que «no solamente la descarbonización tiene que ver con los vehículos, sino con el origen de la energía». Y es que, según los últimos datos, «estamos a la cola de Europa en infraestructura de recarga y es un elemento crucial para despuntar a nivel de mercado y de fabricación», señaló Aparicio. Por todo ello, definió la aplicación de la recarga de vehículos como la asignatura pendiente. El consejero delegado de Audi en España también hizo hincapié en que «el desarrollo del coche eléctrico en nuestro mercado es uno de los indicadores que se toma como referencia para la adjudicación de nuevos modelos en los centros de decisión», los cuales están todos fuera de España. Por otro lado, el representante de Iberdrola aseguró que «a veces se pone en cuestión que la electrificación va en perjuicio de la actividad industrial y no es así». No obstante, Bergera defendió que en España no hay fábrica de baterías ni de reciclaje de baterías y eso creará empleo y riqueza. Y es que, Bergara reconoció que Iberdrola participa en el cambio de la cadena de suministro en el sector del automóvil porque estamos implicados en los fondos Next Generation.

Asimismo, Gómez Pomar quiso incidir en el concepto de movilidad como derecho, pero también quiso dejar claro que el mismo concepto también es una necesidad. Por ello, argumentó que «la movilidad tiene que ser sostenible, pero las soluciones dependerán de las soluciones en la que nos movamos». Y es que, en su opinión, «la movilidad requiere mucha microcirugía y alinear a los distintos actores para intentar descarbonizar la economía».

Carlos Bergera: «En España hay que incentivar la infraestructura pública de recarga de vehículos»

Otra visión la dio Rubén Justel, quien recordó que al ser una entidad de pago se reconoció como un «actor relevante en ese camino a la sostenibilidad». Y es que, tal y como expuso, «las grandes inversiones que hacen las compañías en materia de movilidad, si el pago no funciona la experiencia del consumidor es horrible». Por ello, aclaró que son un factor relevante de la cadena: contribuir al desarrollo sostenible garantizando el acceso universal al transporte público y privado.

Por su parte, el consejero delegado de Alsa, Francisco Iglesias, puso el acento en la importancia de fomentar el transporte público. Y es que desde su compañía mueven diariamente a más de un millón de viajeros, aunque reconoció que los dos últimos años han sido «muy complicados». Por todo ello, consideró que la Ley de Movilidad es una «oportunidad», aunque dejó claro que espera que no sea solo una declaración de principios. En su opinión, «nadie discute que la educación y la sanidad son los principios básicos de la sociedad. El transporte público tiene que ser el tercer pilar de la sostenibilidad». Por ello, insistió en que el transporte público tiene que tener financiación, ya que si no se queda en una declaración de intenciones». Y es que, tal y como recordó Iglesias, «en las grandes ciudades, la cuota del transporte público no supera el 25%».

Nuevos combustibles

Otro de los temas que se trataron en la mesa fue el relativo al uso de nuevos combustibles y de su importancia en el futuro. Principalmente, el tema discurrió en la llegada del hidrógeno como nueva tecnología, que ya se aplica en algunos vehículos ligeros. En esta línea, Bergera reconoció que el hidrógeno verde «tendrá un potencial de utilización en la industria si se cambia la producción de hidrógeno, pero también en el transporte». Asimismo, el directivo de Iberdrola destacó que es verdad que todavía hay incertidumbres en el transporte pesado de larga distancia. Además, reconoció que el hidrógeno será mucho más competitivo para el transporte marítimo y va a ser difícil que llegue la batería eléctrica.

Por su parte, Aparicio expuso que en el transporte de flotas urbanas y para España hay una oportunidad de innovación tecnológica en esta materia. En su opinión, en los vehículos ligeros, la eficiencia del hidrógeno es un 30% inferior a la pila de batería. Además, apuntó que la inversión que se requiere para hacer una hidrogenera esté en el rango de millones de euros, mientras que para una electrolinera este rango se sitúa en los cientos de miles. Esta opinión está en línea con la marcada por el Grupo Volkswagen, consorcio al que pertenece Audi, que ya se ha manifestado en varias ocasiones por apostar las inversiones y la innovación en las baterías eléctricas y no en el hidrógeno. Pero no solo en los vehículos ligeros, también en el transporte pesado de larga distancia.

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