- Pasar el combustible al tipo reducido rebaja el precio 20 céntimos por litro
Una reforma del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para gravar los carburantes al tipo reducido del 10%, abarataría el depósito medio de un utilitario español unos 11 euros. Según los cálculos de los expertos, el impacto de la medida, que ahora estudia el Gobierno, equivaldría a una rebaja en la factura del combustible de unos 20 céntimos por litro de carburante. El depósito de un utilitario medio, como puede ser un Volkswagen Golf, admite hasta 55 litros de combustible.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará el 29 de marzo el plan de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania, que incluirá rebajas fiscales, aunque no ha especificado cuáles, y ha asegurado que el suministro de alimentos está «garantizado». El Ejecutivo analiza incluir en esta medida una rebaja en el IVA soportado por los combustibles, que ahora se sitúa en el tipo general del 21%.

«No tiene sentido que un país como España donde en 2021 el 45% de la generación de nuestra energía provenía de la fuentes renovables, que son altamente competitivas y mucho más baratas y un 15 % del gas, ese precio del gas esté definiendo el conjunto del precio de la electricidad en nuestro país. Es un mal diseño a nivel europeo y el 24 y 25 de marzo tenemos que resolverlo», ha señalado. El presidente ha comentado que en estas dos semanas se va a dedicar «en cuerpo y alma a viajar por todas las capitales europeas a aquellos países que tienen dudas».
Bélgica anunció ayer una reducción de la fiscalidad de la energía para amortiguar los precios. El país se une así a las propuestas que ya se están llevando a cabo en otros Estados miembro de la Unión Europea, como Portugal, Irlanda, Polonia, Eslovenia o Francia.
El Gobierno de Bélgica ha acordado una serie de reducciones fiscales para abaratar los precios de la energía, como reducir el IVA del gas y la electricidad, así como los impuestos especiales a la gasolina y el diésel, anunció este martes el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo. «Al mismo tiempo, nuestro país continúa haciendo presión a la UE, principalmente para que congele los precios del gas», señaló el jefe del Gobierno en Twitter.
Las medidas tendrán un coste de unos 1.300 millones de euros para el Estado, aunque en torno a 1.000 millones provendrán de los ingresos públicos adicionales que la carestía de la energía ha generado en forma de impuestos. Se trata del segundo paquete de ayudas aprobado por el Gobierno federal de coalición para limitar el impacto de la escalada de precios en las facturas de los consumidores, tras una primera batería el pasado enero.
En máximos históricos
El precio de la gasolina y del gasóleo se encuentra en máximos históricos en España. El fuerte encarecimiento de la materia prima el petróleo crudo ha rebasado los 100 dólares por barril- que se usa de base para producir estos combustibles está disparando el precio de la gasolina y del gasóleo, llegando la primera a superar los dos euros por litros en muchas provincias españolas.
Según los últimos datos publicados por el Gobierno -correspondientes a febrero de 2022-, el precio final de venta de la gasolina era de 1,58 euros por litro. Sin embargo, si los combustibles no tuvieran impuestos el precio del litro sería de 77,4 céntimos. ¿Cómo se llega entonces al 1,51 euros que marcó de media el precio en enero?
A los 77,4 céntimos habría que sumarle 47,4 céntimos de impuestos especiales. Estos impuestos se establecen de forma fija por cantidad de litros, de modo que no aumentan el precio final cuando el petróleo (y la gasolina al por mayor) se encarece, ni lo rebajan cuando baja. Tanto la gasolina como el gasóleo soportan un Impuesto Especial de Hidrocarburos nacional que entró en vigor el 1 de enero del año 2019 -antes las comunidades autónomas tenían cierta competencia para rebajar o incluso eliminar la parte autonómica de este impuesto-. Ahora es un impuesto nacional y consta de un tramo general y de un tramo especial. El tramo general asciende hasta los 400,69 euros por cada 1.000 litros de gasolina y a los 307 euros por cada mil litros de diésel.
A esto hay que sumar también el tramo especial del Impuesto Especial de Hidrocarburos, que asciende hasta los 72 euros por cada 1.000 litros de combustible, tanto para la gasolina como para el diésel. Por último, al precio resultante del precio de la gasolina más el Impuesto Especial hay que añadirle el 21% de IVA. En enero, este 21% supuso 26,2 céntimos más por cada litro de gasolina y 24,1 céntimos más por cada litro de gasóleo.
El gran problema del IVA para el consumidor es que al ser un porcentaje fijo del precio del combustible, a medida que sube el precio de la materia prima, ese 21% de IVA es cada vez mayor si se analiza en euros, lo que incrementa todavía más el precio final de la gasolina y el diésel.
Fuente: eleconomista.es