Hace unos días el Parlamento Europeo votó a favor de prohibir la venta de coches de combustión a partir de 2035, aunque en las últimas horas varios países de nuestro continente han mostrado su rechazo y ciertas reticencias.
3 de marzo de 2023 (12:15 CET)
Europa se mantiene firme en la prohibición de la venta de coches nuevos con motor de combustión (diésel, gasolina e híbridos) a partir de 2035, al menos a priori. Y decimos a priori porque en las últimas horas dos de los “pesos pesados” en nuestro continente, Alemania e Italia, han mostrado sus reticencias e incluso han anunciado que podrían votar en contra en la próxima votación que tienen que realizarán los 27 estados miembros.
Para que se apruebe definitivamente dicha prohibición, falta una próxima votación de los 27 estados miembros en el Consejo Europeo que tendrá lugar dentro de unos días. A pesar de la votación a favor de dicho veto hace unos días en el Parlamento Europeo, en la próxima e importante votación puede haber sorpresas y giros inesperados.
En el caso de Alemania, algunos de sus máximos dirigentes han reclamado que a partir de esa fecha también se debería permitir la venta de vehículos dotados con los denominados nuevos combustibles sintéticos, que también pueden ser neutros en carbono.
En el caso de España, cuya industria del automóvil también es vital para el total de la economía aportando un más significativo porcentaje al PIB, aún no ha dejado clara su posición, aunque fuentes cercanas al Ejecutivo sí que se muestran a favor de la prohibición planteada con los términos actuales.
Las reacciones no se han hecho esperar e importantes personalidades ya se han manifestado. Uno de ellos ha sido el de las importantes voces que ha sonado en las últimas horas ha sido el ministro de Transporte alemán, Volker Wissing, que en declaraciones a la emisora ARD ha manifestado lo siguiente: “Necesitamos combustibles sintéticos ya que no hay alternativa si queremos operar nuestra flota de vehículos de una manera neutral para el medio ambiente (…) Debemos mantener abiertas todas las opciones tecnológicas y también utilizarlas. No entiendo esta lucha contra el automóvil y por qué la gente quiere prohibir algunas tecnologías”.
Wissing ha manifestado en la información recogida por Bloomberg que si Europa no muestra un plan alternativo para los combustibles sintéticos, el Gobierno alemán podría no votar a favor en la próxima votación del Consejo Europeo, prevista para el 7 de marzo.
Desde Italia, el Gobierno de Giorgia Meloni también se opone a los términos actuales del veto europeo y el ministro de Exteriores, Antonio Tajani, ya se ha manifestado al respecto, en unas declaraciones recogidas por Reuters: “Soy un gran defensor del coche eléctrico, pero los objetivos ambiciosos deben ser conseguidos de verdad, no solo en el papel”. El político italiano también señaló en su propuesta que la reducción del motor de combustión fuera del 90% y no del 100%, en lo que constituiría una forma de permitir a la industria adaptarse.
En el caso de Francia, a pesar de ser otro de los grandes pesos
pesados en la industria del automóvil europea, fuentes cercanas al Gobierno de Emmanuel Macron se muestran contrarios al rechazo inicial de Alemania y Francia, ya que consideran que “estamos de acuerdo con el compromiso alcanzado en el Parlamento Europeo, que es próximo a la orientación general que se adoptó en el Consejo bajo la presidencia francesa”.