Autonomía, cargadores, incendios, precio… todo vale para desacreditar una tecnología que está llamada a protagonizar el futuro del automóvil
Actualizada 04:30
Una solución más

En España es habitual encontrar coches de gasolina que simulan ser eléctricos para aparcar
Más problemas

Una vez encontramos un cargador, hay que ‘aprender’ a pagar
Una vez allí, se produce un problema insólito debido a que no permiten pago directo con tarjeta de crédito o en efectivo. La única posibilidad de pagar es a través de una complicada red de aplicaciones de móvil que son las que hacen que el cargador se ponga en marcha. Mientras, países como Portugal disponen de una única aplicación para pagar en todos los postes de carga del país.
Mucho frío

La autonomía de un eléctrico es poco real en muchos casos
Podemos decir que no existe un problema de autonomía sobre el papel con los coches eléctricos, pues se mueven ya en unas medias más que aceptables. El inconveniente es que en muchos casos esta autonomía no es real y gastan mucho más de lo que prometen.

Tesla Modell 3, el eléctrico más vendido
Sin embargo, esto no quita que sean mucho más peligrosos que los de combustión por un doble motivo. Por un lado, arden incluso en parado cuando están aparcados en una plaza de garaje, algo que nunca ocurre con un gasolina, y una vez que arden son casi imposibles de apagar. De acuerdo con los bomberos, la única solución es sumergirlos en agua y esperar que se apaguen, pues ni la espuma antiincendios ni las mantas térmicas sirven.