Nadie quiere ser responsable de algo que cada vez parece más probable que pueda ocurrir: el desabastecimiento de gas en España.
Teresa Ribera acaba de afirmar que puede haber problemas de abastecimiento con el gas natural. La respuesta es tardía y, encima, sin acompañamiento de ninguna medida concreta. Pero es que, para colmo, la desbandada se ha implantado en el Gobierno. Ningún ministro ha querido acompañar a Ribera en el trazado del plan y, por lo tanto, en la asunción de responsabilidades en caso de un corte real de gas. Pero, para más demostración del nivel de pánico y deseo de huir, la propia ministra se ha encargado de dar orden de que sean Enagás y REE las que asesoren en la toma de medidas. Toda una elusión de responsabilidades que anticipa un resultado a la misma altura.
Nadie quiere ser responsable de algo que puede ocurrir: el desabastecimiento de gas en España. El motivo es claro: Pedro Sánchez ha convertido a un proveedor natural de gas para España, Argelia, en poco menos que un invitado. Argelia ha pasado de enviar el 40% del gas consumido por España cada año, a sólo un 21,6%. Y todo por la decisión unilateral del presidente español de regalar al Sáhara a Marruecos. Argelia ha contestado restringiendo el gas y España se ha quedado con un gasoducto cortado y el segundo tubo a menos de la mitad de flujo. Y, encima, del gas más barato que recibía España.
¿Cómo ha sustituido España esa pérdida de importación de gas? Con dos proveedores. El primero es más lógico: EEUU. Su gas es caro y llega por barco, pero puede suministrarnos más combustible. Resultado, EEUU ha disparado su venta de gas a nuestro país hasta convertirse en el principal proveedor con el 29,6% del total nacional. De hecho, EEUU ha más que duplicado su venta de gas a España en un año.
Fuente: libremercado.com